lunes, 24 de septiembre de 2012

Filosofía y trívium

Vive como si fueras a morir mañana, aprende como si fueras a vivir para siempre.


Mahatma Gandhi.



El término filosofía es un compuesto de los vocablos griegos phílos y sophía, que tradicionalmente se traduce como amor a la sabiduría. Bajo esta óptica, la filosofía se ocupa de responder las grandes interrogantes que desvelan al hombre como ser, el origen del Universo o del hombre y el sentido de la vida, entre otras cuestiones, con el fin de alcanzar la sabiduría.



La filosofía ha sido la madre fecunda que ha dado la luz a otras muchas disciplinas, sobre ella se han sustentado muchas de las diversas posturas que tratan de entender al hombre y responder a sus problemáticas.



El hombre es el único animal que tiene la capacidad de entender el mundo que le rodea y de reflexionar sobre él. El hombre sin inteligencia no hubiera subsistido, ésta en sí misma produce al hombre una vida más cómoda.



La filosofía es un saber general del que van apareciendo ramas y en ellas la especialización del conocimiento, el hombre filósofo, es aquel que duda, aquél que piensa, analiza, reflexiona y propone; es el que sabe de todo un poco. Es en el comienzo del saber racional cuando surgen los filósofos.



De entre los grandes filósofos indudablemente sobresalen Sócrates, Platón y Aristóteles, un trívium de grandes hombres que a cientos de años, sus ideas aún perduran en las mentes ilustradas de nuestro tiempo.



El gran Sócrates no escribió nada, daba sus enseñanzas paseándose por la plaza pública, tratando de conversar a la gente con quien ponía en juego la ironía, con quienes fingiendo ignorar, interrogaba. Él creó la mayéutica o el arte de llevar a sus interlocutores a dar por sí mismas con la verdad. En sus conversaciones, más que transmitir una verdad, incitaba a sus discípulos a que indagaran por sí mismos y que en sus reflexiones aprendieran a buscar el camino de la investigación y de la exactitud, si es que esta última existe como verdad absoluta.



En cambio Platón se encargó de transmitir sus enseñanzas mediante escritos que adoptan la forma de diálogos (dialéctica), a través de las cuales se exponían, se discutían y se criticaban ideas filosóficas en el contexto de una conversación o un debate en el que participaban dos o más interlocutores. El señalaba que la verdad no es algo que percibimos de la realidad, sino que es un conocimiento innato en el hombre desde antes de su existencia.



El último de ellos, Aristóteles, señala que nada hay en la mente que no haya estado antes en los sentidos, su gran revolución ideológica la hace precisamente en el campo de la teoría del conocimiento. Contra todos los filósofos que presumían la validez del conocimiento, él señala que sin experimentación no hay verdad.



Sustentada sobre la cultura griega y en muchas de las ideas de estos tres grandes pensadores de la antigüedad, la sociedad occidental posmodernista en este momento busca afanosamente las respuestas a muchas de sus problemáticas, que para algunos sólo basta con volver la vista atrás para encontrar las respuestas.

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