sábado, 10 de noviembre de 2012

Filosofando… cuatro preguntas


1¿Por qué es importante trazar una meta en nuestra vida?
Las metas nos dan una razón de vida, un propósito, algo que te mueve a levantarte por la mañana, son razones para vivir. No es casualidad que muchas personas al retirarse, al no encontrar ya este sentido de propósito a las pocas semanas o meses de jubilarse, mueren o sufren un deterioro de salud muy fuerte. La clave, considero, está en tener metas que te inspiren, que sean un reto, y que tengan un sentido de trascendencia.

He encontrado que las personas más felices son aquellas que dedican su vida a proyectos, que para ellos, valen la pena.

2. ¿Es importante trabajar en aquello que nos apasiona y en donde podamos aplicar nuestro talento? ¿Por qué?

Es fundamental encontrar nuestro nicho. No es fácil, de hecho es lo más difícil, encontrar para qué soy bueno, cuál es mi lugar, para qué estoy aquí, pero creo que es lo más importante. Es difícil porque socialmente el mensaje que hemos recibido es que tenemos que ganarnos la vida, es decir, que necesitamos trabajar para pagar las cuentas, entonces choca, entra en un conflicto con la importancia de buscar la pasión y eso sí, hacerlo negocio.

Cuando encontramos esa pasión profesional, y aplicamos nuestros talentos de forma natural, el éxito viene como consecuencia. Aunque parece paradójico, el buscar el dinero primero no es necesariamente la mejor forma para tener éxito. Los negocios más exitosos nacen de personas entregadas a una vocación, porque sirven de corazón, porque realmente se preocupan por aportarle algo al cliente, en lugar de sólo buscar la retribución económica. Cuando una persona se apasiona y sirve con sus talentos, los demás naturalmente lo premiamos porque nos aporta valor.

De tal forma es importante buscar la vocación, aquello que nos llama, para servir con nuestros talentos de una forma natural, en lugar de hacerlo forzados, por obligación.

4. ¿Por qué es importante tomar riesgos, a pesar de los “fracasos”?

Alguien dijo que toda gran idea de negocio fue un riesgo que alguien tomó. Si revisamos la historia nos damos cuenta que los grandes saltos en tecnología, comercio, servicios, etcétera, fueron desafíos a la norma, a la tradición. Un “fracaso” es la forma de no obtener un resultado deseado bajo una circunstancia determinada, es decir, es muy relativo.

Lo importante siempre es preguntarse: “¿qué lección puedo aprender?”. Siempre podemos extraer una lección, algo positivo, aún de los momentos más difíciles.

Si se actúa de una forma responsable, cada riesgo tomado es una oportunidad de lograr un beneficio o aprender una lección.

Yo recomiendo hacer experimentos, pruebas controladas, de forma paralela al trabajo o negocio actual, que de resultar exitosas se pueden desarrollar en algo mucho más grande. Lo importante es actuar a pesar del miedo y actuar con la mente y el corazón conectados.

5. ¿Hay una fórmula para la infelicidad? Querer complacer a todos.

Consejo de sabios


Cierto mercader envió a su hijo a aprender el Secreto de la Felicidad con el más sabio de todos los hombres. El muchacho anduvo durante 40 días por el desierto, hasta llegar a un bello castillo, en lo alto de una montaña. Allí vivía el sabio que el muchacho buscaba.

No obstante, en lugar de encontrar a un hombre santo, nuestro héroe entró en una sala en la que se deparó con una enorme actividad: mercaderes que entraban y salían, personas conversando por los rincones, una pequeña orquesta tocando suaves melodías, y una mesa muy bien servida con los más deliciosos platos de aquella región del mundo.

El Sabio conversaba con todos, y el muchacho tuvo que esperar durante dos horas hasta que pudo ser atendido.

Con mucha paciencia, el Sabio escuchó atentamente el motivo de la visita del chico, pero le dijo que en ese momento no tenía tiempo para explicarle el Secreto de la Felicidad.

Le sugirió que diese un paseo por su palacio, y regresase al cabo de dos horas.

-De todas maneras, voy a pedirte un favor –añadió, entregándole al muchacho una cucharita de té en la que dejó caer dos gotas de aceite-. Mientras estés caminando, lleva contigo esta cuchara sin derramar el aceite.

El joven empezó a subir y a bajar las escalinatas del palacio sin apartar la mirada de las gotitas de aceite. Dos horas más tarde, regresó ante la presencia del Sabio.

-Entonces – preguntó el sabio- ¿ya has visto los tapices de Persia que están en mi comedor, y el jardín que al Maestro de los Jardineros le llevó 10 años concluir? ¿Y te has fijado en los hermosos pergaminos de mi biblioteca?

El muchacho, avergonzado, confesó que no había visto nada de eso. Su única preocupación había sido no derramar las gotas de aceite que el Sabio le había confiado.

-En ese caso vuelve y conoce las maravillas de mi mundo –dijo el Sabio-. No puedes confiar en alguien hasta que no conoces su casa.

Ya más tranquilo, el joven muchacho tomó una vez más la cucharilla y volvió a pasear por el palacio, pero esta vez fijándose en todas las obras de arte que colgaban del techo y las paredes. Vio los jardines, las montañas de alrededor, la delicadeza de las flores, el refinamiento con que cada obra de arte había sido colocada en su lugar. Por fin, una vez más ante la presencia del Sabio, le contó pormenorizadamente todo lo que había visto.

-Pero, ¿dónde están las dos gotas de aceite que te confié?- preguntó el Sabio.

Mirando a la cuchara, el joven se dio cuenta de que las había derramado.

-Pues este es el único consejo que puedo darte – dijo el más Sabio de los Sabios-. El secreto de la felicidad está en saber mirar todas las maravillas del mundo, sin olvidarse nunca de las dos gotas de aceite de la cucharilla.

Vito Alessio Robles


La vida y el pensamiento de don Vito se conjugan en torno de un libro, en el periódico, en la vida militar o en la vida civil, en la cátedra, la prensa, el parlamento y la relación amistosa, fue un ilustre ciudadano mexicano.

Así lo describe el Lic. Salvador Azuela en su interesante trabajo “El ciudadano Vito Alessio Robles”, de donde entresacamos algunas de sus ideas. Vito Alessio nació en la antigua villa de Santiago de Saltillo, donde estudió hasta llegar al Ateneo Fuente, de donde salió a los dos años de estudios para construir una vida limpia y laboriosa.

Pasa al ilustre Colegio Militar, de alumno a catedrático, se gradúa en ese plantel de ingeniero y luego sirve lealmente en el Ejército.

Después de sus primeros combates, se incorpora a los revolucionarios. Francisco I. Madero lo envió a Italia como agregado militar.

Al regresar, su carácter insumiso, inconforme con el régimen de Victoriano Huerta, le acarrea prisiones en Santiago Tlatelolco, en San Juan de Ulúa y en la penitenciaría de México, hasta que se incorpora a las tropas de Alberto Carrera Torres.

Derrotada la convención revolucionaria, al promulgarse la Constitución de 1917, tiene la probidad de escribirle una carta a don Venustiano Carranza, en la que reconoce que las demandas fundamentales de carácter social, válidas para su época, han sido recogidas en el texto constitucional.

Pronto se fue a la oposición. Su temperamento era el del fiscal, del crítico que habla y escribe abiertamente.

Periodista de combate en El Universal, en El Demócrata, diario capitalino que dirigió varios años; fue diputado por el Distrito Federal y senador por Coahuila. En el orden político, el momento estelar de su vida abarca esta etapa, intentó un empeño cívico destinado a la derrota, sin preocuparle el desenlace fatal. La muerte del general Álvaro Obregón fue el epílogo.

El grupo que se le enfrentó puso empeño en la batalla por la no reelección. Se recuerda su valor extraordinario al recoger los restos del general Arnulfo Gómez, candidato presidencial fusilado, en aquella cruenta etapa en la que fueron asesinados el general Francisco Serrano y sus compañeros.

Don Vito localizó el cadáver de Gómez, lo veló en su domicilio, en un ambiente de terror, para luego conducirlo, con un cortejo valeroso de antirreeleccionistas, al cementerio y despedir al candidato con aquellas palabras memorables: “el alma joven de un viejo luchador remonta el vuelo”.

Continuando con la semblanza de Vito Alessio Robles, según la visión del Lic. Salvador Azuela en su trabajo “El ciudadano Vito Alessio Robles”, en enero de 1924, cuando se desempeñaba como senador por Coahuila, tuvo aquella actuación parlamentaria, equiparable a la de Belisario Domínguez.

Amenazados los senadores de la República, que se oponían a los convenios de Bucareli que los juzgaban inconvenientes para el interés nacional por el Partido Laborista, se consuma el asesinato de don Francisco Field Jurado. En la tribuna del Senado, con entereza excepcional, reclamó enérgicamente el castigo de los responsables.

Don Vito, periodista y parlamentario, no renunció a su personalidad combativa. Partió como ministro plenipotenciario a Suecia.

Retornando a la lucha política en 1927 y 1928. Se presentó como candidato anntirreeleccionista a la gubernatura de Coahuila, fracasando en su intento.

Desterrado en los Estados Unidos, se dedicó en la biblioteca de la Universidad de Austin al estudio de documentos históricos, sobre todo de los que se referían a las provincias internas de oriente y a Francisco de Urdiñola.

Acumuló entonces materiales para escribir libros de obligada consulta, en que el historiador cobra cuerpo cabalmente. Regresó como catedrático a la Escuela Nacional Preparatoria y a la Facultad de Filosofía y Letras de la ciudad de México. Fue miembro fundador del Seminario de Cultura Mexicana, recorrió la provincia en misiones fecundas.

Amó profundamente a su ciudad de mito y de leyenda: a Saltillo. Perteneció a la primera generación romántica de revolucionarios y pensó y soñó abrir posibilidades cívicas al pueblo mexicano.

La historia no era para él un museo poblado de reliquias polvorientas; no era un panteón con lápidas y losas funerarias, era una ciudad con sus foros y sus comicios, sus debates, sus tribunos y sus partidos.

Fue un ciudadano ejemplar, fue un cronista que escribió muchas páginas de sus libros como lo hizo Bernal Díaz del Castillo, con tinta empapada en la propia sangre. Manejó con la misma dignidad la pluma y la espada, que sirvió con denuedo en las armas y en las letras.

Con Vito Alessio Robles, el más importante historiador que ha tenido Coahuila, parece que soplan sobre nuestras frentes las alas de la historia. 

Halloween


La celebración del halloween o la noche de brujas, como comercialmente es conocida, es una costumbre que ha invadido casi todos los lugares del mundo, incluyendo México, a pesar de que no es de origen hispánica, pero tenemos que reconocer que cada año esta celebración es más popular y la cercanía de nuestra frontera con el país del norte, esto se fomenta aún más.

En Irlanda es considerado el Halloween como una fiesta nacional y se celebra en grande en los países que conforman el Reino Unido como Inglaterra, Gales, Escocia y Ulster, región que también es conocida como Irlanda del Norte.

De estos lugares el halloween brincó el océano para poder llegar al continente americano, donde encontró acogida en países de conglomerados de inmigrantes desde el viejo continente, como lo son Canadá y Estados Unidos.

El halloween es conocido en otros lejanos países en donde ha penetrado debido a la gigantesca comercialización que le rodea y que emana del poderoso vecino del norte.

Como en Japón, Corea del Sur, Hong Kong, que ahora pertenece a China; Vietnam, Filipinas y en la isla de Taiwán, en donde los norteamericanos han tenido alguna o
mucha influencia.

El halloween tuvo su origen en el sanhain, que es el festival celta de la cosecha y en el saman, señor de la muerte que provocaba a las huestes de los espíritus malignos.

Los antiguos druitas, que son sacerdotes celtas y que generalmente eran adivinos, magos o brujos, encendían entonces grandes hogueras con el aparente propósito de rechazar a todos estos espíritus.

Los celtas era un antiguo grupo étnico oriundo de los Alpes, el Halloween era la última noche del año y se consideraba como un momento propicio para examinar los presagios del futuro.

Los celtas también creían que los espíritus de la muerte volvían a visitar sus moradas terrenales esa noche.

Los romanos por su parte, tras conquistar a Gran Bretaña, añadieron al Halloween elementos de la fiesta de la cosecha celebrada el 1 de noviembre en honor de Pomona, la diosa de los frutos y de los árboles.

La tradición celta de encender hogueras en Halloween sobrevivió hasta épocas modernas en Escocia y el País de Gales y el concepto de fantasmas y brujas sigue siendo común en las celebraciones de Halloween.

Sobreviven vestigios de la fiesta romana de la cosecha en la costumbre, habitual en Estados Unidos y en Gran Bretaña, de hacer jugos utilizando frutas, como sacar manzanas de un cubo de agua.

De origen similar es la utilización de calabazas huecas esculpidas para representar rostros grotescos y que se iluminan con una vela en el interior.

De los Alpes se extendió por el sudoeste alemán, el este y sur de Francia y se establecieron en las islas británicas de Inglaterra e Irlanda; otra rama se estableció en España.

Según la creencia de los celtas, los espíritus de los que han fallecido durante el año anterior, debían ser conducidos fuera de la aldea al final del festival para lo cual, la gente llevaba puestos máscaras y disfraces.

Cuando la iglesia católica estableció el 1 de noviembre como el día de todos los santos, coincidiendo con la terminación de la cosecha para que no faltaran los víveres y esta fiesta se relaciona con el halloween, porque esta costumbre celta encontró su aplicación en la noche previa al día de todos los santos, de donde se deriva el nombre o se corrompe: All hallow’s eve.

Que significa víspera de todos los santos y de sanhain, que se transformó mas tarde por halloween.

En la actualidad, los niños se disfrazan y salen al vecindario a pedir dulces, al grito de trick or treat, que significa truco o trato, amenazando a los vecinos que si no les dan golosinas les harán alguna travesura, generalmente muy inocente.

Ahora se practica sin conocer la verdadera fiesta, ni para tratar de sacar los espíritus fuera de la población, en nuestra ciudad, esta celebración se ha popularizado en grande y desde hace una semana, los motivos alusivos ya aparecían en gran cantidad de negociaciones y apenas inician algunas contadas instituciones educativas, predominantemente con calabazas de plástico, recortes de brujitas y fantasmas, aunque no conozcan el verdadero significado del halloween, y se preparan también en la compra o confección de su disfraz y su recolector de golosinas para acudir de puerta en puerta mencionando el corrompido “triki-triki” en lugar de la frase tradicional de trik o trut, y los pequeños fastidian puerta tras puerta portando el disfraz tipo kleenex, o sea úsese y tírese después, elaborados así para poder comercializar el producto de esta celebración y elevar las ventas.

En 1999, grupos evangélicos se unieron en una campaña en contra de la celebración del halloween, en aquel entonces repartieron folletos, en donde se explicaba el significado que consideran real de esa celebración, indicando que es un rito tradicional de ocultismo y es durante estas celebraciones cuando se registran el mayor índice de muertes, secuestros y violencia, señalan que la práctica de este ejercicio, al parecer inofensivo, trae riesgos innecesarios en donde se exaltan a brujas, satanismo y ocultismo.

La secretaría de educación pública, prohibió hace algunos años esta celebración en las instituciones educativas, pero en gran cantidad de jardines de niños lucen los emblemas característicos de esa fiesta y en menor número las de educación primaria y en algunas ocasiones, combinadas aberrantemente con la tradición mexicana del día de los muertos.

El motivo que argumentó la SEP, fue el acudir en rescate de nuestras tradiciones que increíblemente, entusiasman y encantan a los extranjeros y avergüenzan a la mayor parte de los mexicanos en la frontera.

Según los expertos extranjeros, la celebración del día de los muertos es más original y fascinante que el mismo halloween, opinión que muchos habitantes de nuestra frontera no compartimos y preferimos la llamada noche de brujas con el deformado “triki-triki”, en lugar de la construcción de los altares de muerto y el casi culto de visitar los cementerios el día 1 y 2 de noviembre.

EL Destierro de Porfirio Díaz


El historiador Jesús Gómez Fregoso escribió sobre la partida de Porfirio Díaz de México, de donde extractamos algunas de sus ideas.

El 5 de octubre de 1910, comenzó a circular el Plan de San Luis, invitando a levantarse en armas el 20 de noviembre, donde Francisco Y. Madero anunciaba el día de su rebelión.

El día señalado, Madero atravesó el río Bravo en Ciudad Porfirio Díaz, actual Piedras Negras, para encabezar los ejércitos rebeldes; pero en esa fría mañana norteña sólo se encontró a su padrino de bautizo con unos 30 hombres y un total de ocho caballos, diez fusiles y algunas pistolas.

No le quedó más remedio que volver a cruzar el río y esperar, de aquel lado, una ocasión más propicia.

A fines de enero de 1911, cuando las tropas de Pascual Orozco y Francisco Villa dominaban ya parte de Chihuahua, Madero cruzó el río de nuevo para encabezar la rebelión. A fines de abril llegaron a Ciudad Juárez, pero el fino y educado Madero se oponía al ataque a la ciudad por temor a que las balas cruzaran la frontera y pudieran perjudicar a los norteamericanos; Francisco Villa y Pascual Orozco no le hicieron caso y, en abierta desobediencia e indisciplina, tomaron la ciudad; Madero triunfó contra las órdenes terminantes que él mismo había dado...
Cuando Porfirio Díaz se enteró de la caída de Ciudad Juárez, vio que su hora de dejar la silla había llegado. Los especialistas en historia política y militar coinciden en que la toma de Ciudad Juárez estratégicamente no implicaba la caída del régimen: Más bien se cree que en Díaz reverdeció el patriotismo de sus años de lucha republicana contra el Imperio: Para nada quiso exponerse a una invasión norteamericana y prefirió retirarse.

La madrugada del 26 de mayo, Porfirio Díaz, acompañado de su familia y un grupo de sus más íntimos, salió de su casa en las calles de la Cadena y vio por última vez el Palacio Nacional, mientras se dirigía a la estación de San Lázaro para abordar el tren a Veracruz; no tomó el de vía ancha que pasaba por Maltrata y Orizaba, sino el de vía angosta, por Jalapa. Una escolta, comandada por Victoriano Huerta, cuidaba la seguridad del ex presidente fugitivo.

Al comenzar la tarde, ya cerca de Perote, en Tepeyehualco, una partida de rebeldes trató de detener el tren, pero la escolta los dispersó, aunque sufrieron la baja de tres soldados. Alrededor de las ocho de la noche llegaron a Veracruz, donde las autoridades y el pueblo recibieron con afabilidad al anciano oaxaqueño.

El 31 de mayo de 1911, cuando el Ipiranga zarpó del puerto de Veracruz, después de que a don Porfirio le hicieron honores militares y le tocaron “Las Golondrinas”, Diódoro Batalla, periodista que había estado preso catorce veces por atacar a don Porfirio, escribió: “Si el general Díaz hubiera dejado la presidencia en 1890 o en 1900, el Popocatépetl y el Iztacíhuatl hubieran sido poco para el pedestal de su estatua”.

El día de los muertos


El 2 de noviembre se conmemora con diversas actividades involucrando tradiciones muy antiguas, con una mezcla de religión y paganismo, el Día de los Fieles Difuntos o Día de los Muertos, que ya no es una fiesta exclusiva de México, sino que la hemos exportado hacia países de América Latina, como Ecuador, Puerto Rico, Bolivia, Perú, Brasil, etc.

Esta popular fiesta se celebra desde tiempos prehispánicos con los mexicas, rindiendo culto a las personas que ya no estaban con ellos en vida.

En 1563, fray Sebastián de Aparicio, estableció el rito de ofrendas alos difuntos en la hacienda de Careaga, teniendo una gran aceptación entre los indígenas.

Los misioneros españoles se encargaron de difundirla rápidamente hasta quedar marcada como una fiesta nacional, que se celebra los primeros días de noviembre.

Una de las antiguas costumbres al morir una persona, era ponerle dentro del féretro: Agua, sal, cerillas, huaraches o zapatos, ropa limpia, algunas monedas, una vara de rosa, objetos que servirán para que su cuerpo no se corrompa antes de llegar al estado propio de la otra vida; los centavos para el perro, un itzcuintli de color café, que ayudará al ánima a pasar el río de las 7 brazas y la vara de rosa, le servirá para defenderse del demonio.

La fiesta se inicia desde las primeras horas del primer día de noviembre hasta la medianoche del día 2. En casas y cementerios se instalan altares de muerto.

Estas costumbres, se han ido transmitiendo de generación en generación envuelta en una atmósfera de misterio fascinante.

Los altares son adornados profusamente, con una fotografía del difunto, un artículo de vestir que en vida fue muy querido por la persona, sombrero si acaso lo usó, alguna manta, objetos que utilizó, cigarrillos, con las comidas que fueron de su agrado, sus bebidas preferidas, con dulces artísticos de azúcar de diversas formas que van desde las tradicionales calaveras, esqueletos, caras de muerto, etc., se les agregan arreglos florales a base de zempoatzúchitl principalmente, esta conocida flor mexica llamada también flor de muerto, que es la flor predominante de estas ceremonias que le dan esplendor y colorido.

Se agregan: tamales, atoles, aguas de sabores, champurrado, fruta, caña de azúcar, el pan de muerto, hecho especialmente para la ocasión, carrizos de diferentes tamaños y grosores, papel picado en múltiples formas, placas con versos de sabrosa rima conocidas popularmente como calaveras.

La iluminación es a base de velas, se queman inciensos y en algunos lugares le agregan danzas, como la del chantolo, la danza misteriosa de Oaxaca, el baile de los yacoyantes y en Oaxaca, un grupo de bailarines enmascarados y barbados van de casa en casa cantando versos dedicados a sus residentes.

Se interpretan tradicionales canciones melancólicas y tristes cantadas hasta en los mismos cementerios, donde permanecen en ocasiones toda la noche, conversando, cantando o rezando ante sus difuntos.

Se realizan procesiones con todos los santos cargados en hombros, al son de tonadas tristes, interpretadas por flautas y tambores, se riega confeti y sal por las calles, indicando la ruta hacia donde están en exhibición los altares de muerto.

El Joven Carranza


La villa de Cuatrociénegas vio pasar la niñez de Venustiano Carranza, desde temprana edad ingresó a la escuela primaria de lugar, que terminó en Saltillo bajo la dirección del distinguido educador Miguel López, el que no solo orientaba sus alumnos en el estudio, sino que también les impartía algunas manualidades y reglas de urbanidad con la finalidad de prepararlos para desempeñar algunos oficios en caso de no continuar sus estudios.

Carranza continuó sus estudios e ingresó al centro educativo más importante del norte de México, el Ateneo Fuente, donde de manera brillante cursó dos años de latinidad, llamando la atención de sus mentores por su laboriosidad y alto aprovechamiento.

En 1874, en compañía de su hermano Emilio, ingresó a la escuela nacional preparatoria de la ciudad de México y en sus cuatro años de estadía se consolidó como uno de los alumnos más distinguidos del plantel.

Se preparaba para ingresar a la carrera de medicina cuando una peligrosa e inesperada enfermedad de sus ojos le impidió continuar sus estudios, fue en la época en que cortejó a una hermana del libertador de Cuba, José Martí, la que murió antes de que se presentara su enfermedad.

Tuvo que someterse durante algunos meses al tratamiento del eminente doctor Carmona y Valle, como la enfermedad no cedía y ante el peligro de perder la vista se trasladó a Estados Unidos, donde un notable oculista logró salvar su vista.

La enfermedad obligó al joven Venustiano a abandonar por completo sus estudios que con tanta dedicación había emprendido. A su regreso se dedicó en su tierra natal a la agricultura y a la ganadería, obteniendo un gran éxito al lado de su padre.

Muy joven contrajo matrimonio con una coterránea, Virginia Salinas, con quien procreó dos hijas, que recibieron una esmerada educación.

Sus conciudadanos empezaron a notar en él sus dotes de organizador y de administrador, eligiéndolo para ocupar la presidencia municipal de Cuatrociénegas en 1887, cuando apenas tenía 28 años de edad.

Aceptó con entusiasmo su primer y modesto puesto público, donde demostró sus dotes administrativas y políticas, su espíritu emprendedor y su criterio peculiar que caracteriza a los grandes hombres.

Tuvo graves problemas por la crisis aguda que padecía el erario, pero los resolvió con entusiasmo y resolviendo los problemas a tiempo. Así empezó su brillante carrera política el joven Venustiano Carranza, a quien recordamos en este mes de la revolución. (A. Canales Santos)     

Carranza, El Senador

 Durante el porfiriato, que duró más de 30 años, las gubernaturas y todos los puestos de elección popular eran por designación del general Porfirio Díaz.

Eso propició que muchos de los mandatarios estatales se convirtieran en caciques, déspotas y arbitrarios.

El general Díaz no dejó fuera a Coahuila y nombró como gobernador al coronel José María Garza Galán en 1886, puesto que ejerció en dos periodos, del 15 de febrero de ese año al 15 de diciembre de 1889 y el segundo de ese mismo día hasta el 9 de septiembre de 1893.

Fue un gobernador impopular y su caída obedeció a un levantamiento en contra de su imposición, que encabezaron los hermanos Carranza de Cuatrociénegas, Emilio, que era el mayor, Sebastián, Jesús y Venustiano, apoyados por Francisco Urquizo, padre del que después fue el general Francisco L. Urquizo, Francisco Z. Treviño, padre del también general Jacinto B. Treviño y por Emiliano Salinas, padre del general Gustavo Salinas. Su objetivo era impedir que siguiera como gobernador el mencionado Garza Galán.


Iniciaron la rebelión en la congregación de Santa Catarina, hoy villa de Ocampo, formando una fuerza con asombrosa rapidez de más de dos mil hombres del norte y centro de la entidad.

Al conocerse esta inusitada rebelión, se ordenó al general Bernardo Reyes para combatirlos con un fuerte contingente militar, librándose un combate en el Puerto del Carmen, a 4 kilómetros de Sacramento y 45 de Monclova, que no generó ganador ni vencido, por lo que el general Reyes invitó a los hermanos Carranza a parlamentar en Rancho Nuevo, hoy Lamadrid.

Venustiano Carranza fue la voz autorizada de los rebeldes que expresó sus demandas, que le parecieron razonables al general Reyes, que se comprometió a influir en el general Porfirio Díaz invitando a que los rebeldes nombraran un comisionado que le acompañara ante el general Díaz, nombramiento que recayó en Venustiano Carranza, que viajó a la ciudad de México donde el general Díaz lo escuchó y aceptó que Garza Galán abandonase el cargo de gobernador, nombrando en su lugar al Lic. José María Múzquiz.

Se convocó a elecciones libres para gobernador, alcaldes, senadores y diputados, resultando electo senador Venustiano Carranza, demostrando con este hecho que no fue un senador nombrado por Porfirio Díaz, sino a consecuencia de una rebelión que obligó al Gobierno a respetar la voluntad de los coahuilenses, a quien recordamos en este mes de la Revolución Mexicana. (A.
Canales Santos)

Primicias de Francisco Villa


Las primeras noticias que se conocieron del célebre Francisco Villa, que nació en el pueblo de Río Grande, Durango el 5 de junio de 1878, fue bautizado en la parroquia de San Francisco de Asís con el nombre de José Doroteo Arango.

De familia pobre, llevó una niñez miserable y asistió a la escuela primaria de ese lugar, donde aprendió sólo los rudimentos de lectura y escritura.

Desde pequeño dio muestras de ser inteligente, independiente y aguerrido. En 1892 falleció su padre legal, Agustín Arango, dejando a su esposa Micaela Arámbula y a sus 5 hijos en la miseria absoluta. Se rumora que Agustín Arango no era su verdadero padre, sino un hacendado de nombre Luis Fernán, de origen judío-alemán, que llegó a México alrededor de 1830 y una vez que se estableció en la Ciénega de Basoco, Durango, conoció a Micaela, con quien se dice tuvo una relación amorosa de la que nació un hijo ilegítimo: José Doroteo.

En 1894 se supo en la hacienda de Santa Isabel de Berros, que un joven de 16 años, llamado Doroteo Arango, hirió de gravedad a balazos en el rancho de Guagojito, al hacendado Agustín López Negrete, de quien se dice intentó abusar de su hermana Martina.

El agresor huyó del lugar y se ignoraba su paradero. Un año después, Jesús Alday, bandolero de la región, informó que apiadado de Doroteo Arango, que vivía solo en la Sierra de Gamón, lo presentó con Ignacio Parra y Refugio Alvarado, conocidos cuatreros de Durango, que comerciaban con carne seca que obtenían de ganado robado y que vendían en los mercados entre Durango y Parral, así llegó Doroteo Arango a esta última población por primera vez a vender mulas robadas en Durango, por la venta le tocaron 300 pesos que le fueron pagados en el barrio de Guanajuato.

Antes de salir de Parral, robó un caballo fino de color negro con montura nueva a don Ramón Amparán y parte de ese dinero lo repartió entre gente pobre de Durango y su madre Micaela.

En 1899 cerca de Canatlán, Durango, murió en una emboscada el bandolero Ignacio Parra y poco después Doroteo Arango fue capturado en San Juan del Río y puesto en prisión.

Fue enviado a la cárcel de Canatlán en sonde quedó libre después de que se pagó una fuerte fianza.

En 1902, el jefe político de San Juan del Río informó que Doroteo Arango se fugó del cuartel en donde prestaba servicio militar forzado, ya que había sido enrolado en el Ejército por ser un bandolero peligroso.

Se dice que cansado de las persecuciones de las autoridades de Durango, emigró a los alrededores de Parral, donde se estuvo cambiando de nombre, hasta quedarse con el de Francisco Villa, del que se dice, era un bandolero generoso zacatecano que murió en Durango en 1888.

Periódico “Siete Leguas” Parral, Chih., 4a edición de Ma. Margarita Caballero Ramírez.

Nace la Leyenda de Francisco Villa


Después de que Doroteo Arango adoptó el nombre de Francisco Villa, a su llegada al estado de Chihuahua llevó una doble vida, alternando su vida de temido bandolero encuentra trabajo en la mina El Verde, en donde una piedra le cae en un pie y la herida se le gangrena por no curarse a tiempo.

Tiene que vender su caballo, rifle y cobija para pagar un médico que lo curara.

En plena desgracia conoce a Santos Vega, un constructor de Parral que lo protege dándole trabajo y cerca de la obra conoce a dos ancianas a quienes, cuando el médico le quiere amputar la pierna, lo curan con yerbamora.

Cuando sana carga adobes y Santos Vega le enseña el oficio de albañil. Su trabajo termina cuando lo busca la Policía de Durango y vuelve a huir.

En 1908, un vecino de Minas Nuevas, Chihuahua, reportó a las autoridades de Parral que tres cuatreros habían pasado una mulada por esa población, al ser perseguidos se originó un tiroteo entre la Policía y los bandoleros, resultando herido uno de estos últimos que fue atendido en secreto por una familia humilde de Minas Nuevas.

Cuando el herido sanó, se presentó el bandolero Francisco Lozoya que llegó con un buen caballo, una carabina calibre 44 con su dotación de parque y se lo llevó con él.

El bandolero herido se llamaba Francisco Villa. En 1910, el juez primero de lo penal del distrito de Hidalgo, Lic. Jesús L. Álvarez, bajo el número 53 da inicio a una averiguación sobre el robo de 23 reses en perjuicio de la Sra.
Guadalupe Prieto Vda. de Flores, la acusación incluía suplantación de
personalidad, asalto a mano armada, robo de estampillas y sellos de la oficina del timbre en Valle del Rosario, Chihuahua y la destrucción de propiedad federal en contra del bandolero Francisco Villa y otros, se giran exhortos a las regiones del estado para que se proceda a la aprehensión de Villa por el delito de abigeato y lo que proceda.

Durante la averiguación es detenido Alfredo Villa, quien es acusado de ser Francisco Villa y de haber atacado la hacienda de Talamantes del robo de la señora Flores.

Las fotografías mostradas a los testigos de los asaltos aclararon que Alfredo Villa no era Francisco Villa y es dejado en libertad.

En agosto de 1910 en una entrada de negocios que hizo Villa en Parral, se enteró que en Chihuahua había una junta que se organizaba para iniciar una revolución contra Porfirio Díaz encabezada por Abraham González, quien invita a Villa a ser parte del movimiento.

Villa acepta y recibe un nombramiento por escrito para buscar gente, caballos, armas y municiones para la causa, naciendo así la leyenda de Francisco Villa.
Periódico “Siete Leguas” Parral, Chih., 4a. edición de Ma. Margarita Caballero Ramírez.

El mito de Doroteo Arango



Recordando el centenario de la Revolución, Doroteo Arango, mejor conocido como Pancho Villa, se había rendido a fines de 1920 al presidente provisional Adolfo de la Huerta.

El gran defensor de la causa de los pobres, según el mito, se convirtió en un próspero hacendado en Durango, en Canutillo.

Tenía una fuerte escolta, restos de sus antiguos dorados, bien pagados por el Gobierno federal, que además se hacía de la vista gorda para que el ex abogado de los pobres pasara maquinaria gringa a su hacienda sin pagar impuestos.

Por otra parte, ha demostrado Friedrich Katz, contra el mito de los villistas defensores de los campesinos, que fueron precisamente ellos, los villistas los que más se oponían al reparto agrario: Preferían combatir, aun con riesgo de muerte, pero recibiendo puntualmente su salario, que dedicarse al tedioso y laborioso oficio de agricultores.

Avecinándose la pregunta de quién sucedería en la silla al Manco de Celaya, resultaba que Villa no quería a Calles, mientras que nunca había ocultado su respeto y aún aprecio a Adolfo de la Huerta. Si el dedo de la mano que le quedaba a Obregón señalaba a Calles como el ungido, era claro que el Centauro del Norte sería un estorbo.

Por otra parte, Villa, convertido en héroe admirable por la historia oficial, tenía cientos o miles de enemigos: En tierras norteñas rara era la familia que no recordaba a algún pariente asesinado por Villa: Ningún trabajo costaba encontrar gente dispuesta a vengarse y eliminarlo.

El hecho es que Pancho terminaría su vida en el mismo tenor en que había vivido: En la tragicomedia, en el drama continuado cada día con el buen humor y estoicismo de los norteños.

A mediados de julio de 1923, Melitón Lozoya capitaneó a un grupito de mercenarios, todos buenos tiradores que se escabecharon a Pancho Villa, quien además de hacendado era propietario de un automóvil Dodge.

Así que el antiguo guerrillero tendría una muerte indigna de él: No el campo de batalla, sino al volante de un flamante automóvil último modelo.

Igual que Zapata, no tuvo tiempo de desenfundar su pistola. El cuerpo, parecido al de Carranza tres años antes, quedó como coladera.

Fue velado en el hotel Hidalgo, propiedad también del ‘defensor’ de pobres y campesinos que tanto había odiado a los ‘riquillos y perfumados’.

El día siguiente, después de una misa en la parroquia de San José, el guerrillero con la cabeza en su lugar fue sepultado en la fosa 632, sección novena del cementerio municipal... tres años después la tumba del Centauro fue profanada: Decapitaron el cuerpo y nunca se ha sabido dónde quedó la cabeza.

Villa ciertamente queda superado como estratega por su enemigo Obregón; Carranza lo supera con mucho en su significado revolucionario; Zapata queda muy arriba de Villa el mujeriego en recuento de mujeres violadas.

Sin embargo, es un hecho que el Centauro del Norte se ha robado de calle el espacio en corridos y en mitos, en fama nacional e internacional: Un ejemplo más de las paradojas y rarezas de nuestra historia. (Extraído de un artículo periodístico del historiador Jesús Gómez Fregoso)

domingo, 28 de octubre de 2012

POR QUE LOS PERROS SE MUEREN PRONTO

Te has preguntado por qué los perros viven menos que las personas??? Aquí la respuesta (por un niño de 6 años).
Siendo un Veterinario, fui llamado para examinar a un Sabueso Irlandés de 10 años de edad llamado Belker. Los dueños del perro, Ron, su esposa Lisa y su pequeño Shane, estaban muy apegados a Belker, y estaban esperando un milagro. Examine a Belker y descubrí que estaba muriendo de Cáncer. Le dije a su familia que no podíamos hacer ya nada por Belker, y me ofrecí para llevar cabo el procedimiento de eutanasia en su casa.
Hicimos los arreglos necesarios, Ron y Lisa dijeron que sería buena idea que el niño de 6 años, Shane observara el suceso. Ellos sintieron que Shane podría aprender algo de la experiencia.
Al día siguiente, sentí la familiar sensación en mi garganta cuando Belker fue rodeado por la familia. Shane se veía tranquilo, acariciaba al perro por última vez, y yo me preguntaba si él comprendía lo que estaba pasando. En unos cuantos minutos Belker se quedó dormido pacíficamente para ya no despertar.

El pequeño niño pareció aceptar la transición de Belker sin ninguna dificultad o confusión. Nos sentamos todos por un momento preguntándonos el porqué del lamentable hecho de que la vida de las mascotas sea mas corta que la de los humanos. Shane, que había estado escuchando atentamente, dijo: ''yo sé porqué.''

Sorprendidos, todos volteamos a mirarlo. Lo que dijo a continuación me maravilló, nunca he escuchado una explicación más reconfortante que ésta. Este momento cambio mi forma de ver la vida. El dijo:

''la gente viene al mundo para poder aprender como vivir una buena vida, como amar a los demás todo el tiempo y ser buenas personas, verdad?''.''Bueno, como los perros ya saben cómo hacer todo eso, pues no tienen que quedarse por tanto tiempo como nosotros.''

La moraleja es :
Si un perro fuera tu maestro, aprenderías:

- Cuando tus seres queridos llegan a casa, siempre corre a saludarlos.

- Nunca dejes pasar una oportunidad para ir a pasear.

- Deja que la experiencia del aire fresco y del viento en tu cara sea de puro Éxtasis.

- Toma siestas.

- Estírate antes de levantarte.

- Corre, brinca y juega a diario.

- Mejora tu atención y deja que la gente te toque.

- Evita morder cuando un simple gruñido sería suficiente.

- En días cálidos, recuéstate sobre tu espalda en el pasto, patas abiertas.

- Cuando haga mucho calor, toma mucha agua y recuéstate bajo la sombra de un árbol.

- Cuando estés feliz, baila alrededor, y mueve todo tu cuerpo.

- Deléitate en la alegría simple de una larga caminata.

- Sé leal.

- Nunca pretendas ser algo que no eres.

- Si lo que quieres está enterrado, escarba hasta que lo encuentres.

- Cuando alguien tenga un mal día, quédate en silencio, siéntate cerca y suavemente hazles sentir que estás ahí.

"La felicidad no es una meta sino un camino...disfrútala mientras la recorres"
"Mas vale perder el tiempo con los amigos....Que perder amigos con el tiempo....Por éste dulce motivo, pierdo el tiempo contigo.... Porque NO quiero perderte con el tiempo".... guau!!!

ANIMO....A MOVER LA COLITA!!!!

Saludos....

jueves, 11 de octubre de 2012

Enemigos de los sueños

En el fondo, todos tenemos ideales, sueños de lo que nos gustaría ser, hacer, tener... nos ilusiona pensar en nuestras metas. Pero cuando pasan meses o años con pocos avances, o muy pocos y muy esporádicos, nos desalentamos. ¿Por qué hay ciertas metas que no logramos cumplir? Revisemos algunos de los enemigos más comunes que nos separan de nuestros sueños.
Miedo al qué dirán los demás. ¿Cuándo fue la última vez que tuviste una idea que realmente te emocionó. Quizá fue la idea de lanzar o ser parte de alguna iniciativa o grupo interesante, retomar un pasatiempo, regresar a la escuela, o emprender una nueva vocación. Sin embargo después de entusiasmarte unos momentos, te desanimas al pensar: ¿pero qué pensarán de mí? Aunque es importante vivir con estándares de cortesía y respeto, esto no incluye obtener el visto bueno para cada idea que tú tengas. No es necesario agradar a todo mundo siempre. Guy Kawasaki, escritor y filósofo empresarial, afirma que si lo que haces no molesta a una que otra persona, es porque no estás siendo lo suficientemente atrevido. El punto es que demasiadas ideas buenas, incluso nobles, de servicio desinteresado al prójimo, se quedan sólo como ideas por temor a lo que piensen terceros. Decídete a cruzar esta barrera.
Miedo al fracaso. El fijar metas implica al menos dos riesgos: desilusión y “quedar mal”. Por eso tendemos a “pecar” fijando metas muy bajas; fallar con una meta muy grande implicaría ser objeto de burla. Es otra forma de miedo al qué dirán. “¿Quién se cree que es?, ¿quién le dijo que podía ser o hacer x o y cosa?, ¿quién le dio permiso?, ¿cómo creyó que sería capaz de…?”.
Los expertos de Desarrolla el Cambio afirman que “tenemos miedo de fijarnos metas porque nadie quiere ser un perdedor. Si nos proponemos algo y no lo cumplimos, por la razón que fuera, nos arriesgamos a hacer el ridículo, nos exponemos a la humillación”.
La realidad es que nadie que ha logrado algo verdaderamente valioso se conformó con metas bajas o mediocres. Le tiraron a las estrellas, aunque sólo le dieran a la Luna. Un problema de establecer metas conformistas es que una vez que las cumples te puedes desilusionar pensando: “¿y ahora qué?”.
La clave está entonces en establecer metas que no sean ni imposibles ni muy fáciles, sino que representen un reto. La satisfacción ocurre cuando las personas están absortas en actividades que causan que se olviden de sí mismos, en las que se pierde la noción del tiempo y dejan de preocuparse.
Es un concepto que el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi, describió como flujo. Una vida de muchas actividades que produzcan flujo muy probablemente conlleva a una vida de gran satisfacción.
En el fondo, todos tenemos ideales, sueños de lo que nos gustaría ser, hacer, tener... nos ilusiona pensar en nuestras metas. Pero cuando pasan meses o años con pocos avances, o muy pocos y muy esporádicos, nos desalentamos. ¿Por qué hay ciertas metas que no logramos cumplir?
El qué dirán los demás y el miedo al fracaso son dos de los enemigos más comunes. Revisemos otros obstáculos que nos separan de nuestros sueños (continúa de ayer...)
El poder de la costumbre. Los hábitos son como una locomotora de 150 toneladas en movimiento... intenta frenarla y moverla en dirección opuesta. Sabemos que no es fácil dejar un vicio o mala costumbre, incluso si racionalmente entendemos el daño que nos estamos haciendo. El problema es que a nivel cerebral, a fuerza de repetición hemos creado caminos neuronales que se han convertido en la vía de menor resistencia, en el camino más transitado para nuestro cerebro. Este es un hecho fisiológico documentado científicamente. Es nuestra “zona cómoda”.
El estrés se presenta cuando salimos de dicha zona, al pensar, decir o hacer algo que no corresponde con nuestras costumbres. El reto y la solución para cambiar consisten en, paulatinamente, forzarnos a “estirarnos” intencionalmente.
En otras palabras, se trata de hacer el esfuerzo consciente de elegir nuevas acciones, que con el paso del tiempo, se conviertan en hábito. La buena noticia es que nuestro cerebro es “plástico”; el cerebro es considerado un órgano extremadamente dinámico. La neuroplasticidad es una propiedad bien documentada que en pocas palabras nos dice que sí somos capaces de cambiar.
Apatía. El desinterés en la vida, en los proyectos, en uno mismo y en otras personas puede fácilmente llevar a la depresión y/o a la pérdida de voluntad de vida. Es una condición peligrosa si no se trabaja activamente en ella. Es un enemigo acérrimo de los sueños porque puede acabar convenciendo que no hay nada valioso por qué luchar. Si sientes que poco o nada te interesa, hay que despertar y sacudir la conciencia... es hora de “moverse uno mismo el tapete”. Busca activamente nuevos intereses o revive pasatiempos, amistades y/o vocaciones que reaviven la llama de la entrega y dedicación hacia algo, cualquier cosa que te entusiasme.
Finalmente, para ser amigos de nuestros propios sueños, es importante buscar una red de apoyo. Puede ser en tu colonia, iglesia, egresados de tu escuela, y en comunidades en Internet, entre otras muchas. Al encontrar personas que comparten tu entusiasmo, y te apoyan, te sentirás con más energía para realizar tus sueños. Busca quien crea en ti, sin embargo recuerda que finalmente la persona que otorga la autorización, quien “da permiso” eres tú mismo(a). Los demás, aunque bien intencionados, estarán en posición de creer en ti, sólo si tú crees en tus sueños.

Congruencia al pensar y sentir

Uno de los poderes del ser humano es el de la persuasión. ¿Pero qué hace que una persona sea persuasiva y que otra simplemente no tenga ese “ángel”?
La persuasión es una forma de influencia social. Es el proceso de guiar a una o más personas hacia la adopción de una idea, actitud o acción por medios racionales y simbólicos, aunque no siempre lógicos. Es una estrategia para resolver problemas utilizando el “appeal” en lugar de la fuerza. En otras palabras, dado que se asocia más a un proceso subjetivo, en lugar de ser netamente objetivo, la persuasión está más relacionada con la seducción que con el ejercicio lógico.

Roberto Cialdini, conocido psicólogo y autor de importantes libros sobre el tema de la persuasión, actualmente profesor de psicología de la Universidad del Estado de Arizona, EEUU, define seis “armas de influencia’’:

* Reciprocidad. Las personas tienden a devolver favores. Esto explica lo comunes que son las muestras gratis en mercadotecnia. En sus conferencias, Cialdini usa frecuentemente el ejemplo de Etiopía dando miles de dólares de ayuda humanitaria a México tras el terremoto de 1985, retornando favores históricos (hace más de 40 años México había ayudado a Etiopía).

* Compromiso y consistencia. Las personas que hacen un compromiso para lograr algún objetivo, tienden a honrar ese objetivo más frecuentemente. Sin embargo, si la motivación para el compromiso inicial se elimina, las personas tienden a mantener el objetivo. Por ejemplo, en ventas de carros, aumentar el valor de precio súbitamente al final funciona, ya que el comprador ya ha decidido hacer la compra.

* Prueba social. Las personas tienden a replicar comportamientos que ven en otras personas. Por ejemplo, en un experimento, una o más personas comienzan a mirar hacia el cielo, y terminan estimulando a transeúntes a mirar al cielo también.
* Autoridad. Tendencia a obedecer figuras de autoridad, incluso si éstas realizan actos objetables.
* Gusto. La atracción física influye positivamente en el ejercicio de persuasión. Si una persona que resulta agradable para el público presenta una idea, es más factible que dicha idea sea aceptaba que si el presentador tiene un aspecto que para el público resulta desagradable, desaliñado y en general poco atractivo.

* Escasez. La percepción de escasez genera demanda. Explica el uso de ofertas “por tiempo limitado” y su efecto positivo en ventas.
Con esto dicho, hay que recordar que la persuasión más eficiente, la que mejor funciona, es la que se hace de forma genuina, es decir, la que se sale del corazón.

Mejorando el pensamiento crítico

El Centro de Pensamiento Crítico y Crítica Moral y la Fundación para el Pensamiento Crítico, son organizaciones educativas hermanas sin fines de lucro, que trabajan en estrecha colaboración para promover un cambio fundamental en la educación y la sociedad a través del cultivo del pensamiento crítico imparcial.
Afirman que el pensamiento crítico es esencial si queremos llegar a la raíz de nuestros problemas y encontrar soluciones razonables. “Después de todo, la calidad de todo lo que hacemos está determinado por la calidad de nuestro pensamiento”, aseguran Linda Elder, de la Fundación para Pensamiento Crítico y Richard Paul, del Centro para Pensamiento Crítico. En su guía “El Arte de Formular Preguntas Esenciales”, comparten 8 estrategias para pensar críticamente:

1. Cuestionar metas y propósitos. Todo pensamiento refleja una agenda o propósito. Presume que usted no comprende del todo el pensar de una persona (incluyendo el propio) hasta entender la agenda detrás de todo. Las preguntas que enfoca en el propósito del pensar incluyen: ¿Qué tratamos de lograr aquí? ¿Cuál es nuestra meta o tarea principal en esta línea de pensamiento? ¿Cuál es el propósito de esta reunión, capítulo, relación, política, ley?, entre otras.
2. Cuestionar las preguntas. Todo pensamiento responde a una pregunta. Presuma que usted no comprende del todo una idea hasta que entienda la pregunta de donde salió. Las preguntas que enfocan preguntas sobre el pensar incluyen: No estoy seguro sobre exactamente qué pregunta usted hace. ¿Puede explicarla? ¿Debemos hacer la pregunta (problema, asunto) de esta manera... o de ésta..? Desde un punto de vista conservador, la pregunta es...
3. Cuestionar la información, los datos, y la experiencia. Todos los pensamientos presuponen una base de información. Presuma que usted no comprende del todo el pensamiento hasta que comprenda la información de trasfondo (hechos, datos, experiencias) que la apoya o la informa. Las preguntas que enfocan en la información del pensar incluyen: ¿En qué información usted basa su comentario? ¿Qué experiencia le convenció sobre esto? ¿Cómo sabemos que esta información es precisa? ¿Cómo la podemos verificar?
4. Cuestionar inferencias y conclusiones. Todo el pensamiento requiere trazar inferencias, llegar a conclusiones, crear el significado. Presuma que usted no comprende del todo un pensamiento hasta que comprenda las inferencias que lo han formado. Las preguntas que enfocan en las inferencias incluyen: ¿Cómo usted llegó a esa conclusión? ¿Puede explicar su razonamiento? ¿Existe una conclusión alterna que sea posible? Dado los hechos, ¿cuál es la mejor conclusión posible?
5. Cuestionar conceptos e ideas. Todo pensamiento conlleva la aplicación de conceptos. Presuma que usted no comprende del todo un pensamiento hasta que comprenda los conceptos que lo definen y le dan forma. Las preguntas que enfocan en los conceptos del pensamiento incluyen: ¿Cuál es la idea central que usas en tu razonamiento? ¿Estamos usando el concepto apropiado o necesitamos reconceptualizar el problema? ¿Necesitamos más hechos o necesitamos repensar cómo calificamos los hechos? ¿Nuestra pregunta es legal, teológica o ética?


6. Cuestionar suposiciones. Todo pensamiento recae en las suposiciones. Presuma que usted no comprende del todo un pensamiento hasta que comprenda lo que da por hecho. Las preguntas que enfocan las suposiciones incluyen: ¿Exactamente qué da por hecho aquí? ¿Por qué presume eso? Por otro lado, ¿no debemos presumir...? ¿Qué suposiciones sustentan nuestro punto de vista? ¿Qué presunciones alternas podemos formar?
7. Cuestionar implicaciones y consecuencias. Todo el pensamiento va dirigido hacia una dirección. No tan sólo comienza en un lugar (en las suposiciones), sino que también va hacia un lugar (tiene implicaciones y consecuencias). Presuma que usted no comprende del todo un pensamiento hasta que comprenda las implicaciones y consecuencias más importantes que le siguen. Las preguntas que enfocan en las implicaciones del pensamiento incluyen: ¿Qué implica usted cuando dice...? Si hacemos esto, ¿probablemente qué ocurra como resultado? ¿Implica usted que...? ¿Ha considerado las implicaciones de esta política o práctica?
8. Cuestionar puntos de vista y perspectivas. Todo pensamiento toma lugar dentro de un punto de vista o un marco de referencia. Presuma que usted no comprende del todo un pensamiento hasta que comprenda el punto de vista o marco de referencia que lo coloca en un mapa intelectual. Las preguntas que enfocan en el punto de vista en el pensar incluyen: ¿Desde qué punto de vista miramos esto? ¿Existe otro punto de vista que debemos considerar? ¿Cuál de estos puntos de vista tiene más sentido dada la situación?

Sin temer la libertad

Miriam Subirana es una artista excepcional. Más allá de ser doctora, formada en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona, es una artista que ve hacia adentro del ser. Autora de los libros “Vivir en Libertad” y “Atreverse a Vivir”, Subirana coordina numerosos programas, proyectos, seminarios y retiros que tienen por objetivo ayudar a la persona a conocerse, a reencontrar la identidad y disfrutar de una vida más plena. En el artículo “No tengamos miedo a la libertad”, comparte sus reflexiones sobre lo que significa ser verdaderamente libres:
Hay gente que para no arriesgarse al fracaso, al rechazo, a la soledad, intenta acoplarse al grupo, agradar y quedar siempre bien. No es así como nos sentiremos fuertes y tranquilos. “La máxima victoria es la que se gana sobre uno mismo” (Buda).
En todos los ámbitos de la vida tenemos la libertad de utilizar nuestro inmenso poder creativo. La capacidad de escoger qué pensamos y qué sentimos en cada momento y cómo respondemos en cada situación es nuestra fuerza y nuestra libertad. Sin embargo, las creencias nos limitan, el pasado nos condiciona y los miedos nos impiden vivir nuestros sueños.
A lo largo de la historia, la libertad ha sido uno de los valores que el ser humano más se ha afanado en reivindicar. Hemos provocado revoluciones y rebeliones contra la opresión. A pesar de las conquistas, la experiencia de miedo, dolor y soledad ha aumentado. No hemos sabido utilizar la libertad para fortalecernos emocional, mental y espiritualmente. Tenemos hábitos que nos privan de libertad y eludimos afrontar nuestras sombras. Para algunos, la soledad es la huida; para otros, la distracción es estar siempre con alguien.
A veces nos sentimos atrapados en unas relaciones que nos asfixian. Queremos huir y quedarnos al mismo tiempo. Nos sentimos incomprendidos y nos invaden las preocupaciones. Otras veces nos parece que debemos someternos a los deseos de los demás para complacerles. Todo ello nos oprime.
Al sentirnos amenazados por la presencia del otro, llegamos a renunciar a nuestra integridad individual bajo la influencia de los demás y de la sociedad. Buscamos seguridad y dejamos de ser nosotros mismos, adoptando una personalidad que sigue las pautas culturales y sociales. De esta manera desaparece la discrepancia entre el yo y el mundo, y con ella el miedo a la soledad y la impotencia.
Ser nosotros mismos y diferentes de los demás conlleva el riesgo de sentirnos solos. El miedo nos domina. Seguir las pautas sociales, culturales, religiosas o políticas parece ofrecernos más seguridad y alimenta nuestro sentido de pertenencia, al sentir que formamos parte de un grupo, ya sea la familia, un equipo, un partido político o una comunidad.
Así nos disponemos a someternos a nuevas autoridades capaces de ofrecernos seguridad y aliviar nuestra duda. Esa actitud alimenta la dependencia y la pérdida de libertad.
  El caso de Juana es típico. Juana teme la soledad. Siempre intenta agradar y quedar bien. Para no arriesgarse al rechazo, siempre está de acuerdo con los demás. Así se siente aceptada y que forma parte del grupo. Renuncia a ser ella misma por temor a la soledad. Cede su poder a los demás y se convierte en una marioneta que permite que la moldeen según lo que quieren de ella. Vive de fuera adentro, es decir, lo de fuera determina cómo está por dentro.
A veces, el precio por no permitirse el riesgo a ser diferente y a ser tú mismo resulta muy alto. Así estás alejando la felicidad de tu vida. En Europa, cada vez son más las personas que viven solas por elección personal. Quizá la elección de vivir solo viene después de experimentar angustia y decepción en la convivencia. Quizá es la búsqueda de libertad y tranquilidad la que lleva a tomar esta elección.Prevalece el deseo sobre el compromiso, y al más mínimo indicio de insatisfacción cambiamos de pareja, cambiamos de situación o de lugar. Nos es más cómoda la soledad, porque encontramos demasiadas complicaciones en la convivencia.
“La responsabilidad es una cara de la moneda, la otra es la libertad. Si no quieres responsabilidad, no tendrás libertad, y sin libertad no existe el crecimiento” (Osho).

Vivimos en la contradicción de querer estar juntos y separados, de querer una pareja estable y a la vez utilizarla y desecharla después. Mantenemos relaciones dependientes y a la vez buscamos espacios de libertad. Por ese motivo, muchas relaciones son uniones y separaciones transitorias. El amor llega a considerarse una conexión más que una comunicación o un vínculo. Las parejas se convierten en otro objeto de consumo. Aunque estemos juntos, nos sentimos desunidos. Las actitudes de comparación, celos, rabia, analfabetismo emocional, “yo, yo, yo”, nos separan. El ego nos distancia del otro. En la convivencia nos damos cuenta de que nuestros egos colisionan y culpan. Los egos controlan, dominan e irritan. Constantemente desean y están insatisfechos. Nos cuesta asumir la responsabilidad de nuestra propia vida. Nos es más fácil culpar al otro de cómo estamos. Cuando estamos irritados, pensamos que es porque alguien actúa de cierta forma; estamos de mal humor por el tiempo que hace, porque la casa tiene una grieta en el techo, porque el coche no arranca...
  Así estamos siempre quejándonos y frustrados. Pero ¿quiénes son responsables de esa frustración? ¿El coche, el pintor, la casa, el suelo? ¿O somos nosotros los responsables? Asumir plenamente nuestra responsabilidad: ese es el camino hacia la libertad. “En no aferrarse radica la decisión de fluir libremente” (Anthony de Mello)
El miedo, la ira y la tristeza se originan en los hábitos de aferrarse, apegarse y depender. Con ellos, nuestro corazón pierde libertad. La presión que generan estos estados emocionales y la ausencia de libertad nos provocan sufrimiento. Estamos tan acostumbrados a estas formas de sufrir que llegamos a creer que son naturales. Es posible dejar de sufrir estas perturbaciones emocionales si recuperamos nuestro poder interior.
Con el fortalecimiento mental, emocional y espiritual podemos avanzar hacia la libertad asumiendo nuestra soberanía personal y estableciendo espontáneamente nuestra conexión con el mundo en el amor y el trabajo, en la expresión genuina de nuestras facultades emocionales, sensitivas e intelectuales. De este modo nos unimos con los demás, con la naturaleza y con nosotros mismos, sin despojarnos de la integridad e independencia de nuestro yo individual y único.
El verdadero poder interior lo desarrollan quienes conviven y trabajan juntos, no quienes se alejan de los demás. Por los demás hacemos cosas que no haríamos por nosotros mismos. Al relacionarnos ampliamos nuestros límites mentales y agrandamos nuestro corazón.

Al convivir practicamos nuestras cualidades y poderes internos: tolerancia, capacidad para adaptarnos, escuchar, comprender, amoldarnos, perdonar, comunicar, fluir, discernir… Y así aprendemos a ser.
El mensaje de Miriam Subirana nos recuerda la sabiduría milenaria: “cuando tú cambias el mundo cambia”. Si quiero algo más en mi vida, la pregunta es ¿cómo yo puedo serlo primero? Subirana nos recuerda que la clave está en cambiar de víctimas a cocreadores de nuestra realidad.

La libertad no es un regalo que alguien más nos puede conceder. Por el contrario, la libertad es un estado de la mente y el ser, donde dejamos de lado todo lo que no funciona, las excusas, el miedo, y cualquier otra barrera, para buscar la realización plena.

Soñando despiertos

El chileno Roberto Cabrera Olea se autodefine como “diseñador gráfico, maestro de reiki y terapeuta, escritor y profesor de meditación y ‘mago cósmico’”. Es creador de “Automaestría”, filosofía que invita al participante a “encontrar las propias respuestas para crear una propia forma de vida”.
En su escrito “Soñar Despierto”, el oriundo de Valparaíso, Chile, nos comparte reflexiones sobre el grado de conciencia colectivo y sus repercusiones en la humanidad:
“La conciencia colectiva de la humanidad aún se sostiene en el miedo y la sobrevivencia. Y esa energía nos rodea y se permea en nuestra piel si no somos conscientes de lo que queremos vivir y de que somos capaces de crearlo nosotros mismos.
“Esta energía nos dice que no seamos espontáneos, que seamos ‘buenos’ a partir de valores que fomentan el juicio hacia quienes se atreven a ser lo que son, y moverse en libertad. Es una energía que intenta quedarse en nuestra sangre para que nos siga pareciendo normal su presencia adormecedora.
“Es la energía que cree en lo negativo de las personas y por eso se esmera en que saquemos lo ‘positivo’, instalándonos en la idea de que siempre tenemos que ser algo distinto a lo que somos en verdad.

“‘En algún momento seremos mejores de lo que somos ahora’; esta afirmación no nos permite vivir nuestro presente, nuestro ahora, en tranquilidad, aceptación y amor por nosotros mismos, y es de esa forma que esta conciencia colectiva somete nuestro propio empoderamiento.

“Pero es necesario al mismo tiempo, comprender que somos nosotros quienes creamos esa conciencia al aceptarla como válida, por lo tanto somos nosotros quienes podemos transformarla, pero primero hay que reconocerla, abrazarla, agradecerle y permitir que se vaya. Si luchamos contra ella, otorgándole un valor negativo, estaremos en el mismo juego de creer que como estamos viviendo hoy ‘no está bien’.

“Esta energía que se resiste a partir no permite el sueño, no lo fomenta, es más, lo destruye en lógicas tales como: ¿para qué transformar mis creencias si así estoy bien? ¿Para qué creer en un sueño si el mundo está tan mal? ¡No será posible! etcétera, porque pretender crear un sueño en la vida cotidiana requiere responsabilidad, hacerse cargo de las decisiones que se toman y dejar de culpar a los demás de la propias circunstancias de vida…, y eso, por ahora, pocas personas están dispuestas a hacerlo.

“Esa conciencia adormecedora no es algo externo y ajeno a nosotros mismos, se nos pega porque nosotros lo queremos así, porque nos sirve para no tomar las riendas de nuestras vidas. Es por eso que necesitamos saber qué queremos vivir en verdad, si felicidad o penas”.

“Si pretendemos crear un sueño despierto en nuestras vidas para que se manifieste en el mundo y todos vivamos en una conciencia de amor, es necesario entonces optar conscientemente. Reconocer con honestidad qué es lo queremos, a qué le creemos más, y entregarnos a ello con atención y confianza.


“Y no se trata de andar rígidos pensando siempre en no caer en el miedo o el ‘desempoderamiento’, sino todo lo contrario. Respirar, aceptar con amor nuestras circunstancias, soltar nuestros cuerpos y permitir que la energía universal fluya en su inteligencia y cocree con nosotros los más íntimos deseos de amor.
“En definitiva se trata de entregarnos nosotros mismos ese amor que buscamos afuera. Energía de Amor, esa es la clave, eso creará algo nuevo, y este ‘algo nuevo’ parte de lo más pequeño, de cualquier cosa, de lo que aún creemos que es insuficiente porque pensamos que en sí misma una transformación es algo grande e inalcanzable.
“Creo necesario que entendamos que lo que transformará nuestra conciencia no es aquello que creemos sino la energía de creación per se. Por lo tanto, lo que movilizamos al hacer cualquier cosa nueva en nuestra vidas, no es el producto sino la intención creadora que no es más que la conciencia de sabernos creadores y magos, en libertad y lejos de la peor esclavitud: creer que no somos capaces de crear.
“Crear un sueño en nuestros corazones, crear una nueva combinación en una receta de comida, crear nuevas formas de levantarnos en la mañana, crear nuevas formas de saludar a la gente, nuevas formas de hablar, permitirnos creer que hay infinitas formas de entender tal o cual experiencia, etcétera, dejar los hábitos añejos y atrevernos a ser hombres y mujeres nuevos a cada instante.
“El temor surge cuando creemos ver en los ojos de los demás el juicio a nuestro cambio. Nosotros no nos permitimos ser nuevos humanos porque no queremos recibir el rechazo de los demás. No queremos escuchar, por ejemplo: ¡qué raro está fulanito de tal! ¡ya no es el mismo! Porque con esas sentencias se suma el hecho de dejar de recibir la aprobación de los demás, porque aún creemos que dicha aprobación es el sustento del amor.