sábado, 10 de noviembre de 2012

Filosofando… cuatro preguntas


1¿Por qué es importante trazar una meta en nuestra vida?
Las metas nos dan una razón de vida, un propósito, algo que te mueve a levantarte por la mañana, son razones para vivir. No es casualidad que muchas personas al retirarse, al no encontrar ya este sentido de propósito a las pocas semanas o meses de jubilarse, mueren o sufren un deterioro de salud muy fuerte. La clave, considero, está en tener metas que te inspiren, que sean un reto, y que tengan un sentido de trascendencia.

He encontrado que las personas más felices son aquellas que dedican su vida a proyectos, que para ellos, valen la pena.

2. ¿Es importante trabajar en aquello que nos apasiona y en donde podamos aplicar nuestro talento? ¿Por qué?

Es fundamental encontrar nuestro nicho. No es fácil, de hecho es lo más difícil, encontrar para qué soy bueno, cuál es mi lugar, para qué estoy aquí, pero creo que es lo más importante. Es difícil porque socialmente el mensaje que hemos recibido es que tenemos que ganarnos la vida, es decir, que necesitamos trabajar para pagar las cuentas, entonces choca, entra en un conflicto con la importancia de buscar la pasión y eso sí, hacerlo negocio.

Cuando encontramos esa pasión profesional, y aplicamos nuestros talentos de forma natural, el éxito viene como consecuencia. Aunque parece paradójico, el buscar el dinero primero no es necesariamente la mejor forma para tener éxito. Los negocios más exitosos nacen de personas entregadas a una vocación, porque sirven de corazón, porque realmente se preocupan por aportarle algo al cliente, en lugar de sólo buscar la retribución económica. Cuando una persona se apasiona y sirve con sus talentos, los demás naturalmente lo premiamos porque nos aporta valor.

De tal forma es importante buscar la vocación, aquello que nos llama, para servir con nuestros talentos de una forma natural, en lugar de hacerlo forzados, por obligación.

4. ¿Por qué es importante tomar riesgos, a pesar de los “fracasos”?

Alguien dijo que toda gran idea de negocio fue un riesgo que alguien tomó. Si revisamos la historia nos damos cuenta que los grandes saltos en tecnología, comercio, servicios, etcétera, fueron desafíos a la norma, a la tradición. Un “fracaso” es la forma de no obtener un resultado deseado bajo una circunstancia determinada, es decir, es muy relativo.

Lo importante siempre es preguntarse: “¿qué lección puedo aprender?”. Siempre podemos extraer una lección, algo positivo, aún de los momentos más difíciles.

Si se actúa de una forma responsable, cada riesgo tomado es una oportunidad de lograr un beneficio o aprender una lección.

Yo recomiendo hacer experimentos, pruebas controladas, de forma paralela al trabajo o negocio actual, que de resultar exitosas se pueden desarrollar en algo mucho más grande. Lo importante es actuar a pesar del miedo y actuar con la mente y el corazón conectados.

5. ¿Hay una fórmula para la infelicidad? Querer complacer a todos.

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