QUIÉNES SOMOS
¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos?
¿Para dónde vamos? ¿Para qué vivimos? ¿Por qué vivimos?...
Incuestionablemente, el pobre "animal
intelectual" equivocadamente llamado hombre no solo no sabe, sino, además,
ni siquiera sabe que no sabe...
Lo peor de todo es la situación tan difícil y
tan extraña en que nos encontramos: ignoramos el secreto de todas nuestras
tragedias y, sin embargo, estamos convencidos de que lo sabemos todo...
Llévese un "mamífero racional", una
persona de esas que en la vida presumen de influyentes, al centro del desierto
del Sahara; déjesele allí lejos de cualquier oasis y obsérvese desde una nave
aérea todo lo que sucede...
Los hechos hablarán por sí mismos; el
"humanoide intelectual", aunque presuma de fuerte y se crea muy
hombre, en el fondo resulta espantosamente débil...
El "animal racional" es tonto en un
ciento por ciento; piensa de sí mismo lo mejor; cree que puede desenvolverse
maravillosamente mediante el kindergarten, manuales de urbanidad, primarias,
secundarias, bachillerato, universidad, el buen prestigio de papá, etc., etc.,
etc.
Desafortunadamente, tras de tantas letras y
buenos modales, títulos y dinero, bien sabemos que cualquier dolor de estómago
nos entristece, y que en el fondo continuamos siendo infelices y miserables...
Basta leer la historia universal para saber
que somos los mismos bárbaros de antaño, y que en vez de mejorar nos hemos
vuelto peores...
La Psicología Revolucionaria-Guerras
Este siglo XX, con toda su espectacularidad,
guerras, prostitución, sodomía mundial, degeneración sexual, drogas, alcohol,
crueldad exorbitante, perversidad extrema, monstruosidad, etc., etc., etc., es
el espejo en que debemos miramos; no existe, pues, razón de peso como para
jactarnos de haber llegado a una etapa superior de desarrollo...
Pensar que el tiempo significa progreso es
absurdo; desgraciadamente, los "ignorantes ilustrados" continúan
embotellados en el "dogma de la evolución"...
En todas las páginas negras de la "negra
historia" hallamos siempre las mismas horrorosas crueldades, ambiciones,
guerras, etc.
Sin embargo, nuestros contemporáneos
"supercivilizados" están todavía convencidos de que eso de la guerra
es algo secundario, un accidente pasajero que nada tiene que ver con su tan cacareada
"civilización moderna".
Ciertamente, lo que importa es el modo de ser
de cada persona; algunos sujetos serán borrachos, otros abstemios, aquellos
honrados, y estos otros sinvergüenzas; de todo hay en la vida...
La masa es la suma de los individuos; lo que
es el individuo es la masa, es el Gobierno, etc
La masa es, pues, la extensión del individuo;
no es posible la transformación de las masas, de los pueblos, si el individuo,
si cada persona, no se transforma...
Nadie puede negar que existen distintos
niveles sociales; hay gentes de iglesia y de prostíbulo; de comercio y de
campo, etc., etc., etc.
Psicología Revolucionaria-Nivel del Ser
Así también existen distintos “Niveles del
Ser”. Lo que internamente somos, espléndidos o mezquinos, generosos o tacaños,
violentos o apacibles, castos o lujuriosos, atrae las diversas circunstancias
de la vida...
Un lujurioso atraerá siempre escenas, dramas y
hasta tragedias de lascivia, en las que se verá metido...
Un borracho atraerá a los borrachos y se verá
metido siempre en bares y cantinas; eso es obvio...
¿Qué atraerá el usurero, el egoísta? ¿Cuántos
problemas, cárceles, desgracias?
Sin embargo, la gente amargada, cansada de
sufrir, tiene ganas de cambiar, voltear la página de su historia...
¡Pobres gentes! Quieren cambiar y no saben
cómo; no conocen el procedimiento; están metidas en un callejón sin salida...
Lo que les sucedió ayer les sucede hoy y les
sucederá mañana; repiten siempre los mismos errores, y no aprenden las
lecciones de la vida ni a cañonazos.
Todas las cosas se repiten en su propia vida;
dicen las mismas cosas, hacen las mismas cosas, lamentan las mismas cosas..
Esta repetición aburridora de dramas, comedias
y tragedias continuará mientras carguemos en nuestro interior los elementos
indeseables de la ira, codicia, lujuria, envidia, orgullo, pereza, gula, etc.,
etc., etc.
¿Cuál es nuestro nivel moral?, o mejor
dijéramos, ¿cuál es nuestro “Nivel del Ser”?
Mientras el “Nivel del Ser” no cambie
radicalmente continuará la repetición de todas nuestras miserias, escenas,
desgracias e infortunios...
Todas las cosas, todas las circunstancias que
se suceden fuera de nosotros, en el escenario de este mundo, son exclusivamente
el reflejo de lo que interiormente llevamos.
Con justa razón podemos aseverar solemnemente
que “lo exterior es el reflejo de lo interior".
Cuando uno cambia interiormente y tal cambio
es radical, lo exterior, las circunstancias, la vida, cambian también.
Psicología Revolucionaria-Paracaidistas
He estado observando por este tiempo (2013) a
un grupo de gentes que invadieron un terreno ajeno. Aquí en México tales gentes
reciben el curioso calificativo de "paracaidistas".
Son vecinos de la LOCALIDAD; están muy cerca a
mi casa, motivo este por el cual he podido estudiarlos de cerca...
Ser pobres jamás puede ser delito, mas lo
grave no está en eso, sino en su “Nivel del Ser”...
Diariamente se pelean entre sí, se
emborrachan, se insultan mutuamente, se convierten en asesinos de sus propios
compañeros de infortunio; viven, ciertamente, en inmundas chozas, dentro de las
cuales en vez de amor reina el odio...
Muchas veces he pensado en que si cualquier
sujeto de esos eliminara de su interior el odio, la ira, la lujuria, la
embriaguez, la maledicencia, la crueldad, el egoísmo, la calumnia, la envidia,
el amor propio, el orgullo, etc., etc., etc., gustaría a otras personas, se
asociaría, por simple Ley de Afinidades Psicológicas, con gentes más refinadas,
más espirituales; esas nuevas relaciones serían definitivas para un cambio
económico y social...
Sería ese el sistema que le permitiría a tal
sujeto abandonar la "cochera", la "cloaca" inmunda...
Psicología Revolucionaria-reflectar
Así, pues, si realmente queremos un cambio
radical, lo que primero debemos comprender es que cada uno de nosotros (ya sea
blanco o negro, amarillo o cobrizo, ignorante o ilustrado, etc.) está en tal o
cual “Nivel del Ser”.
¿Cuál es nuestro “Nivel del Ser”?
¿Habéis vosotros reflexionado alguna vez sobre eso? No sería posible pasar a
otro nivel si ignoramos el estado en que nos encontramos. Samael Aun Weor
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