martes, 15 de octubre de 2013

Sabiduría


 

Todo el mundo es capaz de identificar las personas que considera sabias, aunque no se tenga del todo claro qué es la sabiduría. Sabemos que tiene cualidades intelectuales y personales, pero su relación con el conocimiento académico no resulta del todo directa.

“El hombre más sabio que he conocido en toda mi vida no sabía leer ni escribir”, dijo el escritor José Saramago. En esta cita se refería a su abuelo, que aunque analfabeto, tenía un gran conocimiento de la vida, según Saramago.

Intuimos aquí un ejemplo de lo que el imaginario colectivo entiende por sabiduría.

La definición oficial de sabiduría en la R.A.E. dice:
Conocimiento profundo que se adquiere a través del estudio o de la experiencia.

Vemos así que la sabiduría entonces se adquiere mediante un especial conocimiento y comprensión de un campo mediante su estudio o su vivencia, siendo conceptos como la vida, el amor o el autoconocimiento campos tan válidos como otros para que alguien se considere sabio.

Popularmente se reconoce alguien es sabio cuando tiene una especial experiencia y conocimientos para situaciones prácticas y de la vida social, o cuando tiene un especial conocimiento de un campo, pero no conocimientos sin más, sino que además de tener conocimientos, estudios filosóficos recientes sentencian que alguien para ser sabio necesita de algo llamado “virtudes epistémicas

¿Qué es esto?

La epistemología es una rama de la filosofía que se refiere al problema de “como conocernos” y valora virtudes personales como la prudencia, creatividad, curiosidad, dedicación… virtudes que permiten que una persona se acerque a un mejor conocimiento de su persona y su existencia.

Digamos que un sabio, además de ser un cúmulo de experiencias y conocimientos, tiene esa cualidad especial de ser un hombre con una moral ejemplar que hace que su palabra tenga una especial importancia pues ha basado su vida en el desarrollo de su razón y su intelecto, y ese simple hecho, ya desde Platón y los Estoicos especialmente, es la base de una vida bien vivida.

Entonces yo les pregunto ¿quién no tiene un amigo al que a pesar de tener muchos estudios se le considera tonto? ¿Quién no conoce la típica persona que rebosa inteligencia pero que nunca se ha sentido atraído por ningún tipo de conocimiento? ¿Quién no conoce a algún sabio del que le gustaría parecerse no solo por sus conocimientos, sino por algo más?

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