domingo, 13 de noviembre de 2016

CAPITALISMO

CAPITALISMO: Su último recurso es el consumidor sin conciencia ni conocimientos
En la Facultad de Economía de la Universidad estatal de Moscú, un prestigioso profesor preguntó a sus alumnos cuál es el principal recurso de la economía moderna. Los estudiantes respondieron: el petróleo, el dinero, el conocimiento…El profesor dijo que no, y ante la expectación de los estudiantes declaró: “el principal recurso de la economía moderna es el tonto. A él se lo puede timar con todo”. La analista rusa Tatiana Voyevódina explica que ésto no es una broma sino un “hecho científico”. En la nota original en ruso, Voyevódina recuerda cómo en los años 60 y 70 el ideal de los jóvenes era ser físicos, matemáticos, ingenieros; que la gente se sabía de memoria los nombres de todos los astronautas; que los personajes admirados eran los científicos y que ser inteligente y tener conocimientos era una aspiración social. Fue así tanto en la sociedad soviética en que vivió la analista rusa, como en occidente. Pero la sociedad ha cambiado mucho desde entonces, tanto que un joven científico me comentaba hace poco, “la humanidad actual no sería capaz ni de inventar la rueda”. MM
“El principal recurso del capitalismo moderno son los tontos”
“El motor del desarrollo moderno es la ignorancia y el oscurantismo”, sostiene la analista rusa Tatiana Voyevódina, que analiza las raíces de la situación. Según la autora, la humanidad llegó al máximo de su capacidad científica y tecnológica en los años 60, después de lo cual no ha ocurrido nada radical en los ámbitos científico y tecnológico.
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Fue en aquel momento cuando la humanidad progresista se enfrentó a una nueva realidad una vez las necesidades básicas de la gran mayoría de los habitantes fueron satisfechas, revela la autora en su nuevo artículo publicado en el portal Sdelanounih.
El capitalismo, según Voyevódina, ya no satisfacía nuevas necesidades, sino que las creaba para luego satisfacerlas “triunfalmente”. Así, los operadores móviles crearon “la necesidad de charlar de forma continua por el teléfono”; las corporaciones farmacéuticas, la de consumir medicamentos; y los fabricantes de ropa, la de cambiar regularmente el vestuario.
Falsas necesidades Entonces, señala la analista, nació el marketing y su objetivo de crear “falsas necesidades” y hacer “que lo innecesario pareciera necesario” con el fin de venderlo.
Por otro lado, a fin de que la gente comprara todo lo que le querían vender, el pensamiento crítico y los “argumentos razonables fueron abolidos”, y la “imposición de necesidades” pasó a realizarse a un nivel emocional.
Actualmente, “estamos ante el proceso de creación mundial de un consumidor ideal, totalmente desprovisto de conciencia racional y de conocimiento científico sobre el mundo”, denuncia la autora del artículo agregando que el papel principal en este proceso es desempeñado por la televisión y otros medios de comunicación de masas, que intentan simplificar al máximo los contenidos para ‘criar’ a un consumidor perfecto para el negocio.
El último refugio del capitalismo moderno En opinión de Voyevódina, “el oscurantismo y la ignorancia son el último refugio del capitalismo moderno”, sin los cuales “el mercado moderno no puede existir”.
Lo que ocurrirá en el futuro es difícil de predecir. “El capitalismo moderno, toda la civilización occidental moderna, no mira hacia adelante: solo le importa la expansión actual”, que se logra a través del “atontamiento total de la población”, asevera la experta.

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