domingo, 13 de noviembre de 2016

LA OTRA CARA DE MÉXICO 2

LA OTRA CARA DE MÉXICO 2
Les parece si seguimos con algo de gastronomía?
Aunque la dieta indígena fue anterior, el origen de la actual cocina mexicana se establece durante la colonización española. Por ello, la mayor parte de sus ingredientes son de origen español. De origen indígena es el maíz, el chile(conocido en casi todo el mundo hispano parlante como ají), los frijoles, calabazas, aguacates, camote, jitomates, cacao, el guajolote y muchas frutas y condimentos más. De igual manera, algunas técnicas de cocina que se emplean en la actualidad son herencia de los pueblos prehispánicos, como la nixtamalización del maíz, el cocimiento de alimentos en hornos a ras de tierra, la molienda en molcajete y metate. Con los españoles llegaron las carnes de puerco, res y pollo; la pimienta, el azúcar, la leche y todos sus derivados, el trigo y el arroz, los cítricos y otra constelación de ingredientes que forman parte de la dieta cotidiana de los mexicanos.
De ese encuentro de dos tradiciones culinarias con milenios de antigüedad, nacieron el pozole, el mole, la barbacoa y los tamales en sus formas actuales, el chocolate, una variada gama de panes, los tacos, y el amplio repertorio de antojitos mexicanos. Nacieron bebidas como el atole, el champurrado, el chocolate con leche y las aguas frescas; postres como el acitrón (biznaga) y toda la gama de dulces cristalizados, el rompope, la Cajeta, la jericaya y el amplio repertorio de delicias creadas en los conventos de monjas en todas partes del país.
Algunas bebidas mexicanas han rebasado sus fronteras y se consumen cotidianamente en América Central, Estados Unidos, Canadá, España y Filipinas; tal es el caso del agua de Jamaica, la horchata de arroz, el agua de raíz, las margaritas y el propio tequila.
La historia del país y sus vínculos con otros pueblos permitieron la incorporación de otras cocinas a la cocina mexicana. La Nao de China, que en realidad era un galeón de Manila, trajo del oriente una gama de variadas especias y sobre todo, el arroz. Un buen mole poblano es impensable sin arroz a la mexicana. La cocina árabe llegó a México indirectamente por medio de los españoles conquistadores. También la relación con los países latinoamericanos dejó su impronta en la cocina popular, quizá los casos más conocidos son los ceviches y los moros con cristianos deudores de la gastronomía cubana, que han sido asimilados y reelaborados con ingredientes propios de México.
Las invasiones dejaron su huella en toda la cultura mexicana, y la cocina no es la excepción. El gusto por la carne de res molida llegó con el ejército belga de Carlota. El pan de caja fue, según la leyenda, un invento de las tropas estadounidenses que vinieron a México en 1847. La llegada de inmigrantes de otras latitudes en todo el siglo XIX y XX también participó en la construcción de la gastronomía mexicana. Como ejemplo, los quesos italianos y la polenta que hoy se fabrican enChipilo, Puebla; o los franceses de Orizaba al igual que su pan y los alemanes (menonitas) de Chihuahua. Los mineros ingleses de México sentaron las bases delpaste, un hojaldre que hoy se rellena lo mismo de queso y papas que de mole verde de pepitas de calabaza.
Las tortas son unos emparedados elaborados con pan llamado telera y, al igual que los tacos, diversos alimentos tales como jamón con queso, carne al pastor, cochinita pibil, carne de pollo. Se dice que se originaron durante la Guerra de Reforma cuando se necesitaba encontrar una forma de distribuir alimentos entre las tropas mexicanas.
En el año 2005, México presentó la candidatura de su gastronomía para que fuera declarada como parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. Era la primera vez que un país ha presentado su tradición gastronómica para tal efecto. Sin embargo, el resultado fue negativo, pues, según el fallo, el comité no puso el énfasis adecuado en la importancia del maíz en la cocina mexicana. Finalmente, el 16 de noviembre de 2010 la gastronomía mexicana fue por fin reconocida por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Seguimos con la cultura
Lo mexicano
Lo mexicano es aquello que caracteriza al ser de México y su pueblo. Se trata de una construcción intelectual producto de los acercamientos de especialistas a la realidad cultural del país. Al intentar capturar en una sola figura la realidad multicultural de México, el resultado del análisis intelectual ha producido una serie de estereotipos y lugares comunes sobre lo que es ser mexicano. Este discurso acerca de lo mexicano ha sido empleado en el campo político para legitimar el poder, y al mismo tiempo se impone a la población del país como un hecho fuera de toda duda.
La construcción intelectual de lo mexicano está en diálogo con el triunfo del nacionalismo revolucionario que nació después de la Revolución de 1910. En la reflexión sobre el asunto han participado figuras como José Vasconcelos,153 Samuel Ramos,154 Emilio Uranga,155 José Gaos, Leopoldo Zea, Jorge Portilla y Salvador Pérez Nevares. Ocupa un lugar privilegiado Octavio Paz, autor de El laberinto de la soledad. A partir de la década de los ochenta, otros autores han aportado una visión crítica al tema del carácter de lo mexicano. Entre ellos se encuentran Roger Bartra, José del Val yArturo Warman.
Música
Algunos de los más reconocidos compositores mexicanos de música académica son Julián Carrillo, Juventino Rosas, Felipe Villanueva, Ricardo Castro, Silvestre Revueltas, Manuel M. Ponce, Carlos Chávez, José Pablo Moncayo, Arturo Márquez, Mario Lavista, Manuel Enríquez y Julio Estrada, entre otros.
Ópera
En 1711 se estrenó en la Ciudad de México la ópera La Parténope con música de Manuel de Sumaya, maestro de la capilla catedralicia y, junto con Francisco López y Capillas y Juan Gutiérrez de Padilla, el más grande compositor barroco mexicano. La especial importancia de ésta ópera es que es la primera compuesta en América del Norte y la primera ópera compuesta en el continente por un compositor del continente americano. Esta ópera da inicio a la fecunda y aún poco estudiada historia de la creación operística mexicana no interrumpida desde entonces durante trescientos años.
La ópera Guatemotzín de Aniceto Ortega es el primer intento consciente por incorporar elementos nativos a las características formales de la ópera. Dentro de la producción operística mexicana del siglo XIX sobresalen la ópera Agorante, rey de la Nubia de Miguel Meneses, estrenada durante las festividades conmemorativas por el cumpleaños del emperador Maximiliano I de México, las óperas Pirro de Aragón de Leonardo Canales, Keofar de Felipe Villanueva, y, ante todo,
la producción operística de Melesio Morales, el compositor mexicano de óperas más importante del siglo XIX, cuyas obras tuvieron gran éxito entre el público de la Ciudad de México y que, aún, se llegaron a estrenar en Europa. En la primera mitad del siglo XX sobresalen en la creación operística mexicana Julián Carrillo y los compositores cercanos a él como Antonio Gomezanda, Juan León Mariscal, Julia Alonso, Sofía Cancino de Cuevas, José F. Vásquez, Arnulfo Miramontes, Rafael J. Tello,Francisco Camacho Vega, Efraín Pérez Cámara. Todos ellos han sido relegados por la historiografía musical oficial que tan sólo reconoció la obra de los compositores nacionalistas.
Desde finales del siglo XX en México (y toda Latinoamérica) hay un creciente interés de los compositores por escribir ópera. Entre los compositores mexicanos de inicios del siglo XXI que sobresalen con sus óperas debe mencionarse a Federico Ibarra, Daniel Catán, Leandro Espinosa, Marcela Rodríguez, Víctor Rasgado,Javier Álvarez, Roberto Bañuelas, Luis Jaime Cortez, Julio Estrada, Gabriela Ortiz, Enrique González Medina, Manuel Henríquez Romero, Leopoldo Novoa, Hilda Paredes, Mario Stern, René Torres, Juan Trigos, Samuel Zyman, Mathias Hinke,Ricardo Zohn-Muldoon, Isaac Bañuelos, Gabriel de Dios Figueroa, Enrique González-Medina, José Carlos Ibáñez Olvera, Víctor Mendoza y Emmanuel Vázquez.
La difusión de la ópera mexicana es casi nula por varias razones. De ellas sobresalen dos. Durante el periodo inmediato a la guerra civil mal llamada Revolución Mexicana, los gobiernos del poder de la llamada Dictadura Perfecta, en su mayoría de muy bajo nivel educativo y, aún, analfabetas, mandaron destruir los teatros de ópera existentes en la Ciudad de México. El segundo factor para la poca difusión de la cultura mexicana operística es que las autoridades correspondientes no programan las obras. Aún después del término de la Dictadura Perfecta y la restauración de la Democracia en México en el año 2000, las autoridades culturales no se han preocupado por enmendar esta política de desconocimiento de la cultura mexicana operística. Finalmente, la falta de un teatro de ópera exclusivo para la difusión de la cultura operística mexicana (y latinoamericana) es una gran falla y falta en México. Finalmente debe añadirse que el 98 % de la música compuesta en México (y Latinoamérica) jamás ha sido publicada. De esto se deduce que una de las mayores necesidades dentro de la cultura de México (y Latinoamérica) es un programa especial de rescate, edición y publicación de la música de los compositores mexicanos (y latinoamericanos).
Música popular y folclórica
La música mexicana es el resultado de diversas influencias. Se sabe muy poco de la música prehispánica, aunque son abundantes los grupos que reivindican esa tradición a lo largo de todo el país. La danza del Venado, de los indios yaquis de Sonora y mayos de Sonora y Sinaloa, es uno de los pocos testimonios de la música prehispánica que han persistido hasta nuestros días, tanto en su instrumentación como en la lírica; aunque también existen registros de sones del costumbre de otras etnias como los tének de San Luis Potosí y su danza del tigrillo o los huaves de Oaxaca y sus sones de la tortuga, etc. En los pueblos precolombinos, el único instrumento de cuerda usado era el arco percutor y la música era más rítmica y creadora de atmósferas que melódica. También el eeneg (monocordio), de la familia de los cordófonos, es utilizado por los komkaak. Entre los instrumentos que se utilizaban está el teponaztli y el huehuetl, siendo el primero un instrumento idiófono y el segundo un instrumento membranófono; las ocarinas y flautas de barro o carrizo, raspadores de hueso o de madera, y cascabeles. Tras la llegada de los españoles, los indígenas aprendieron de los misioneros la música europea. Muchas de las danzas de Conquista que se practican en las comunidades indígenas del país tienen origen en ese tiempo; igual que ciertos géneros asociados con el culto católico, como la danza de Matachines y el son de Concheros, entre otros. En Tabasco, en la ciudad de Tenosique, cada año se celebra el carnaval, que muchos dicen es el más raro del mundo, el cual inicia con la danza del pochó. La música indígena endémica, también se vio fuertemente influenciada por las danzas de los esclavos y los negros cimarrones, cosa que es más fácil de apreciar en la música de las comunidades indígenas de Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Tabasco, entre otros.
Internacionalmente conocido es el conjunto del mariachi, asociado a las grandes figuras de la "canción mexicana" ranchera, que tuvo su período de florecimiento entre las décadas de 1940 a 1970. Procedente del occidente de México, específicamente del estado de Jalisco, el mariachi era originalmente un conjunto folclórico e indígena, y su indumentaria nada tenía que ver con la del charro (es decir, el traje de los ricos hacendados ganaderos). Interpretaban "sones de mariachi" hasta su llegada a la Ciudad de México, a principios del siglo XX donde se transformaron (y continúan haciéndolo) y comenzaron a tocar "canciones bravías", corridos y boleros adaptándolos a su estilo. Lucha Reyes fue una de las primeras figuras que grabó éxitos acompañada de mariachi. En la "Época de Oro" del cine mexicano, los mariachis se dieron a conocer al mundo con las películas de Jorge Negrete y Pedro Infante. Con Javier Solís se pone de moda el bolero acompañado de mariachi, con Miguel Aceves Mejía se incorpora el falsete del huapango y con José Alfredo Jiménez se retoman los valores provincianos de la gente pobre en las ciudades. Actualmente la música ranchera acompañada con mariachi sigue teniendo importantes intérpretes y compositores que han rebasado las fronteras nacionales surgiendo un género musical propio que año con año diversos cantantes reciben premiaciones, entre los cantantes del momento más reconocidos por su trayectoria y popularidad en muchas partes del mundo está Vicente Fernández y Juan Gabriel.
El son es una música en la cual se mezclan las influencias indígenas, españolas y africanas, incluso asiáticas en algunos casos. Se trata de un género con ritmo de 6/8, cuya instrumentación varía de región en región. Además de los ya señalados sones de mariachi, hay son jarocho, son huasteco (huapango), son abajeño y muchos más. Géneros de aparición más tardía son la jarana y la trova yucateca, que se cultivan en la península de Yucatán, y que recibieron influencia caribeña (especialmente del son cubano y el bambuco colombiano); y la chilena, originaria de los estados de Guerrero y Oaxaca, la chilena de Costa Chica recibió la influencia de la cueca chilena y la marinera peruana.
El jarabe es una sucesión continua de sones y danzas (algo así como una "suite" mexicana) el nombre viene del tiempo en el que los "boticarios" (farmacéuticos) elaboraban remedios combinando diversos elementos llamados "jarabes". Existen los jarabes Tapatío, Mixteco, del Valle, Tlaxcalteca, Michoacano, etc.
A principios del siglo XX y hasta fines de los años 30, con la influencia del romanticismo tardío, tuvo su auge la llamada "canción fina mexicana" (término no muy claro) muy en el gusto popular no obstante que era interpretada por cantantes líricos, como Pedro Vargas, Álvaro Carrillo y Nicolás Urcelay. Algunos de los autores de este tipo de canciones más notables fueron Agustín Lara y María Grever influidos por el estilo de los compositores mexicanos e italianos de fines del siglo XIX.
El bolero, que llegó del Caribe a México a través de Yucatán, se convirtió en uno de los géneros favoritos del público. Durante las décadas de 1940 a 1960, muchos tríos de guitarras y voces armonizadas, como Los Panchos fueron célebres. Recientemente el bolero ha recobrado popularidad.
Dentro de los grandes cantantes de música folclórica mexicana se encuentran Óscar Chávez, La Tehua (María del Rosario Graciela Rayas Trejo), Gabino Palomares, Guillermo Velázquez y Amparo Ochoa, quienes basan sus canciones en raíces indígenas y al mismo tiempo componen canciones tratando problemáticas de las culturas indígenas. Erasmo Palma es un violinista rarámuri que ha logrado destacar en otros países con su música tradicional y cantos en su lengua materna y en castellano.
Otras intérpretes de la música tradicional mexicana son: Jaramar, Alejandra Robles, Susana Harp, Georgina Meneses y Lila Downs, esta última canta en diversas lenguas, principalmente en español e inglés. En su estilo musical reivindica las raíces de los pueblos indígenas mexicanos, entre ellos el mixteco, zapoteco, purépecha, maya y náhuatl, además de las música regional de México y el mundo como la música ranchera, el son, la chilena, la cumbia, el bolero, el pop-rock, el jazz, la bossa nova, entre otros ritmos y géneros musicales.
Música popular contemporánea
La música endógena incluye el mariachi, el norteño (grupero), la banda duranguense y sinaloense. La música moderna hace su aparición en los 50 así como el movimiento del rock and roll en México y es cantado en castellano como parte del fenómeno musical mundial. El rock mexicano se fue desarrollando por medio de la creciente cultura urbana a finales de los años 60, que revoluciona el pensamiento y el baile en estilo libre de expresión. Eventos masivos y festivales nacen en los 70, como es el caso histórico del festival Avándaro a partir de ahí fueron censuradas y reprimidas las manifestaciones contemporáneas artísticas.
La música contemporánea, además del rock mexicano (o rock nacional, representado por Maná, el Tri, Molotov, Caifanes, Café Tacvba, Julieta Venegas yPanda, entre otros), el heavy metal, la electrónica, el hip hop, el pop, el punk, el reggae y la música alternativa. Como parte del multiculturalismo global en los 80 se manifiestan estilos, actitudes y sonidos nuevos como el rock progresivo con fusión de instrumentos sinfónicos y étnicos, el heavy metal, el punk, el reggae, etc. Estos llegan a combinarse con sonidos mexicanos dando lugar a diversas manifestaciones musicales dentro de un mismo campo.
El mariachi en su forma más comercial, se ha modificado para dar lugar a arreglos (mariachi light) y ejecutar canciones más parecidas a una balada que a un son o una canción ranchera. Sus intérpretes son producto de las grandes empresas de Televisión.
La música de banda sinaloense ha transformado la tradicional "banda de pueblo" (de metales y alientos) en un fenómeno mediático y comercial, también urbano debido a la incesante migración de campesinos a las grandes ciudades. Junto con la "Banda Sinaloense", el género más difundido por algunos musicólogos representa la asimilación al sur del Estados Unidos a su vez "chicanizado" y tiene una enorme aceptación en todo el país. Consiste en una combinación de la música norteña con el "country" (que algunos etnomusicólogos afirman, nació en Coahuila), la balada de los años 70, el y la cumbia, género importado y asimilado desde Colombia. Surge durante los años 90 con "grupos" de ejecutantes con rasgos mexicanos y ataviados como vaqueros estadounidenses y han ido sustituyendo los instrumentos norteños: tololoche, redoba y acordeón por el bajo eléctrico, batería y sintetizador.
La música tropical ocupa un gran espacio de afición en varias regiones del país, derivado principalmente de la llegada de ritmos tropicales desde la isla de Cuba desde los años de 1920 popularizado en los filmes de la época dorada del cine mexicano, así el Cha-cha-cha y el Mambo invaden la radio de los años 40 y 50, mimetizándose a la idiosincrasia del mexicano, Dámaso Pérez Pradocompone Mambos dedicados a las instituciones educativas mas grandes de México la UNAM y al IPN, Sonora Matancera se vuelve un ícono de Cuba en México. El músico mexicano Tony Camargo es uno de los más grandes representantes de ésta música y pionero de la misma en el país, su éxito "El año viejo" le llevó a la cúspide y se volvió un clásico hasta la actualidad. Sin embargo otros ritmos tropicales llegan al país, el Guaguancó, Boogaloo entre otros, comienzan a grabarse por artistas mexicanos, Sonora Santanera se vuelve la más popular al imitar el estilo de las orquestas cubanas con los boleros tropicales entre otros ritmos, pero a partir de los años 60 proveniente de otros países del Caribe y también de Estados Unidos, llega la Salsa, además, desde Colombia, llega la Cumbia, todos éstos ritmos en conjunto se asimilaron por grupos musicales mexicanos formando al "género tropical", la popularidad a lo largo de varias décadas ha hecho se formen variantes tropicales locales que se han mezclado con la música folclórica mexicana, ejemplos como la cumbia mexicana son parte de ésta fusión, de la cual, la agrupación de mayor éxito en años recientes ha sido Los Ángeles Azules. El fenómeno sonidero y sus bailes callejeros también es derivado de ésta afición a la música tropical en el país.

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