martes, 31 de mayo de 2011

Vivir… un camino a la felicidad

Respira, me dijo….

Una mente en conflicto es peor que un desvelo sin motivo. Existen personas que son reconocidas e incluso admiradas por su claridad mental, poner en orden el intelecto no es tarea fácil, sin embargo es un ineludible acto de estabilidad emocional. Aquel que se mantiene firme idealmente ante los cambios de la vida, merece tranquilidad como premio a dicha madurez mental.

El equilibrio interior debe manifestarse en acciones que produzcan bienestar, más aún felicidad en la gente que vive a tu lado, en ese ser que conoces y quieres, este es el fin de todo individuo, crear y repartir felicidad en el camino propio y en el de aquellos que acompañaran su vida.

Ser feliz exige de ti mismo discernir y buscar la madurez emocional, lo cual sin duda en nuestros tiempos es difícil de conseguir. Día a día escuchamos frases que pueden causarnos verdaderos conflictos interiores, discursos sin sentido, dichas por políticos que provocan incluso un verdadero odio hacia el arte de gobernar, sermones que no comulgan con tus ideales, dictados por religiosos que provocan incluso rechazo con tu verdadera espiritualidad; palabras que te hacen dudar de tus acciones, expresadas por aquellas personas cercanas a ti, por lo tanto esa felicidad podría parecer nada fácil de conseguir, sin embargo allí está, sólo es cuestión de permitirle acompañar tu caminar.

Ser una víctima invisible no encuentra razón de ser en ningún caso, al contrario, buscar y alcanzar con el tiempo tu plenitud, es saber disfrutar la vida en vez de lamentarte de ella. En la vida encontramos un sinfín de situaciones, muchas de ellas difíciles de superar, pero que invariablemente ofrecen dos caminos, una dualidad que consiste en: saber aprovechar un error o sufrimiento, para transformarlo en experiencia, o por otro lado, lamentar por siempre una acción o reacción y otórgale un sufrimiento desmerecido y por lo mismo no superarlo jamás.

Encontrar personas que te permitan ser feliz, es parte de una búsqueda que debe ser inalcanzable, el alma que llevas dentro lo requiere. Sin afán de pecar de feminista el alma que tiene cara de mujer, es siempre una ventana que busca expresarse, manifestarse y entregar amor, quizá por lo tanto “nosotras” tengamos un poco más de responsabilidad al ir al encuentro de la plenitud, tanto personal como la de nuestros seres queridos, sobre todo si son del sexo opuesto, podemos tomar en nuestras manos ese compromiso, o hacer caso omiso de esa importante carga, dejarla en el olvido es una cuestión de decisión.

Sueña, planea, actúa, busca y alcanza es decir vive.

El autor es inegrante del Círculo Editorial de la Fundación Trascender, A.C./Vínculo de Profesionistas. http://www.trascender.org.mx

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