sábado, 25 de julio de 2015

El santo cristo del ojo de agua

El santo cristo del ojo de agua
La fundación de Saltillo está relacionada con el ojo de agua donde hoy está la iglesia del Santo Cristo, del barrio más tradicional y antiguo llamado Ojo de Agua. Se afirma que existen fuentes fidedignas y documentos muy verosímiles de que la fundación de la ciudad de Saltillo fue en el ojo de agua”. 

El párroco de la iglesia, José Luis del Río y Santiago, afirma: “Tengo en mi poder documentos que fueron sacados del Archivo General de la Nación (AGN), donde se consta que un 25 de julio de 1555, Urdiñola fundó lo que él llamó presidio de Santiago del Saltillo del Ojo de Agua”.
 

Sigue: “Urdiñola había recibido la orden del virrey de España de fundar presidios y colonias en esta zona norte de la República porque había mucha inseguridad para el paso de las expediciones hacia el norte, ya que eran atacados por los indios.
 

Por lo que ordenó pacificar esa zona con la fundación de presidios y colonias”.
 

La construcción de la parroquia se inició por 1894 y aunque se le han hecho algunas restauraciones, ha adquirido en más de cien años una gran notoriedad, se ha convertido en un espacio histórico.
 

La iglesia del Santo Cristo del Ojo de Agua se remodeló en 1947, en 1957 y en el 2000, en este último año con un gran arco conmemorativo para festejar el año santo milenario y la fundación de Saltillo, desafiando la polémica del año de fundación, luciendo 1555, en lugar de 1577, además, una gran cruz atrial que mide 12 metros de altura, así como la restauración del templo totalmente tanto en lo exterior como el interior y el mismo campanario, desde entonces ya no se le ha hecho nada.
 

El padre Del Río y Santiago afirma que el templo del Ojo de Agua está registrado como monumento nacional, por razón de la fundación de la ciudad en el manantial del ojo de agua, que yace ahí perfectamente cuidado y que está dentro del atrio de la parroquia, manantial que se bendice dos veces al año.
 

El agua brota del interior de la tierra proveniente de la sierra y es agua potable”. En 1926 dos feligreses de la parroquia, viajaron a Roma y en una casa de artículos religiosos de Rosa Caucarelli, hicieron el pedido por escrito de un Cristo de tamaño natural, muerto, artísticamente esculpido y con maderas finas de Los Alpes.
 

El costo fue de unas tres mil liras. Fue recibido en el puerto de Veracruz en el navío “Vilorio Benetto”, y un 25 de septiembre de 1927 lo trajeron al Ojo de Agua.
 

Quien llega a subir al templo del Ojo de Agua sabe que su cansancio no es en balde.


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