viernes, 24 de julio de 2015

Ya somos más de 121 millones


 

Ya somos más de 121 millones

Bienvenidos, amados lectores míos. ¿Cómo se han portado esta semana? ¿Ya se prepararon pa’ las vacaciones? ¿Ya alistan su traqueteado esqueleto pa’ tirar hueva unas cuantas semanillas? ¿Ya corrieron a endeudarse al banco pa’ gastar lo que no tienen? Bueno, de perdis espero ver un incremento en las limosnas, a ver si les remuerde la conciencia.

Pero ¿y hasta cuándo procurarán darse descanso espiritual? ¡Ah, verdad! Ai’ sí corren pa’ tercera y prefieren cambiar de tema. ¿Qué no saben que el verdadero descanso reside en tener la sucia conciencia en paz? ¿Ignoran que gozar de un espíritu tranquilo y sereno, como el mío, es parte de la medicina pa’ darle placidez al desgastado, voluminoso o raquítico cuerpo que se cargan?

Mientras ustedes se preparan pa’ irse a una contaminada playa mexicana, enriquecida con aguas negras –poco veneno no mata–, o de perdido al rancho, más de la mitad de los mexicanos están pensando cómo hacerle pa’ apaciguar a la solitaria, como dirían los héroes de Alcohólicos Anónimos, “sólo por hoy”.

Y, agárrense los calzones, aunque no lo crean, ya somos más de 121 millones de mexicanos, y más de 50% están catalogados como prole por una princesita de Los Pinos por el simple delito de sobrevivir al día, pero lo más paique es que el copetón mandamás del país pronto estrenará un avionzote pa’ viajar como millonario jeque árabe.
 
PRIMERA LECTURA


Que unos 30 millones de la chusma viven en la miseria no importa; que casi 7 millones de famélicos compatriotas no ganan ni pa’ comer frijoles con chile por lo que le hacen al faquir sin reconocimiento y aplauso alguno, tampoco quita el sueño. Como diría Lucerito ¿Y…? ¿Y…?
Ya que somos retebuenos pa’ entrarle a los récord Guinness –con todo lo inútiles, vacíos, absurdos e ilógicos que son, nomás pa’ alimentar la fama y la vanidad de unos cuantos–, bien pudiéramos inscribirnos pa’ mostrar al mundo la mayor cantidad de faquires que viven de promesas polacas.

De acuerdo con estudios del Centro de Información de las Naciones Unidas, del Banco Mundial, del Consejo Nacional de Población y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, orita ya “acabalamos” 121 millones “y pico” de habitantes, todo gracias al empuje, sudores, desvelos y desmañanadas de ustedes, mis enjundiosas ovejas y mis fogosos corderillos.

Eso no me asusta, los comprendo, es más si por mí fuera, colaboraría en la estadística, sin embargo, de momento mis investiduras me lo impiden (pero algún día… mmmmm. En fin).

La verdad es que se han aplicado en hacer rechinar el catre practicando mil suertes y piruetas amatorias. No habrá pa’ rellenar la tripa, pero eso sí, a “comer” amor día y noche, porque no todos alcanzaron su televisión digital. Pensándolo bien, esto es parte de una estrategia de planificación familiar, pero como siempre, los panistas, perredistas y morenitos salieron con que fue una cosa endemoniada de Quique Peña pa’ influir en el voto.

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SEGUNDA LECTURA

Si la memoria no me traiciona, allá por 1914 éramos como 15 millones, ahora sumamos más de 121 y pa’l 2030 seremos 137 millones, claro que si se desconchiflan las teles seremos como dos o tres costales más, porque en algo hay que “matar” el tiempo, y pa’l 2050 –a ver si llegamos– México tendrá 150 millones de aficionados al futbol y a las telenovelas.

Otro datillo interesante es que hay 3 millones más de castas mujeres que en esa cifra superan a los santos varones y como sé que todos son retefieles a sus rucas, pues hay bastantitas nenorras que esperan la llegada de un príncipe encantado, porque de segurito no todas están convencidas de entregar la zalea siendo vírgenes y a’i las tienen arrodilladas rezándole a San Antonio día y noche. (Esa es otra de las razones pa’ terminar con el celibato sacerdotal,
 
díiiiiiicen algunos colegas).

Por si no lo sabían, ayer se festejó el Día Mundial de la Población y resulta que ya somos el onceavo lugar más poblado del planeta, nomás porque cada año aportamos –yo no, que yo sepa– 2.2 millones de changuitos y arañitas, que sabrá Dios qué mundo les tocará porque los países están reviviendo viejas rencillas y de las diferencias políticas, económicas y religiosas pueden pasar a los trancazos militares con bombotas y toda la cosa.

Si les sirve el dato, los ilustraré diciendo que en los estados del sur la tasa de fecundidad es más alta que en el centro y norte del país. Allá también el nivel de escolaridad e industrialización es menor que en el resto de la nación, lo que en gran parte explica el retraso económico, social y político en que sobreviven. Y en eso, tienen mucho que ver los flojonazos de la CNTE, que con sus plantones y desmanes alejan a los inversionistas y los empleos.

Otro fenómeno que llama la atención es que las damas viven en promedio 5.4 años más que los caballeros. Además, por cada 100 ñongas que caducan, 127 ñores desaparecen del Libro de la Vida. Y les recomiendo no ir a Quintana Roo, Sinaloa y Baja California Sur, porque allá los marcadores están 100 contra 150, y poquito más.

EVANGELIO

Bien o mal, depende del enfoque de cada cabeza, y orita pa’ qué discutir –ando medio desveladón y con la boca reseca, pero no les digo por qué, que al cabo todo tiene refrescante remedio–, la tasa de nacimientos como que empieza a bajar o será que el Viagra ya no es tan efectivo porque apenas en 1999 el pajarote –me refiero a la cigüeña– traía casi 3 beibis en el morral y ora entrega 2.2 por family, un poquito arriba del reemplazo generacional, pero la tendencia
 
es que cada vez disminuye el número de “encargos” por pareja, a las que se les hace más divertido criar una mascota –un perrito, una rata, una víbora o una tarantulita– que un escuincle llorón y cagón.

A las autoridades del sector salud y a las instituciones que pagan las pensiones, como el IMSS, el ISSSTE, el magisterio y similares, les preocupa el desarrollo demográfico de este cervecero y tequilero país –¡salud!– porque 100 años atrás la esperanza de vida era menor a 40 años y ora andamos por los 75 y no alcanza pa’ cubrir esa prestación.

Además, con menos hijos, no hay quienes vean por los viejos y otros son ingratos y en la vejez les dan la espalda, así que a ver cómo le hace el Gobierno y toda la sociedad, pero habrá que abrir más asilos y casas de día pa’ atender a más “huerfanitos” de la tercera edad. Aquela…

En la actualidad, hay tres jóvenes por un adulto mayor de 60 años y en 15 años la proporción será de dos a uno y pa’l 2050 la cosa estará pareja.

La población se robustece también porque disminuyó en casi 50% la mortandad infantil del 2000 p’acá.

BENDICIÓN 

Mis amadas ovejas y tiernos corderillos, como verán la cosa no es sencilla, porque éramos muchos y parió la abuelis, ton’s hay que ser cuidadosos en el gasto. Si tienen algo en el refri, den gracias al santo de su devoción –las caguas no cuentan–; millones de mexicanos no tienen esa bendición o privilegio.

Lo pior es que el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria recién salió con que en México se pierden 40 millones de toneladas de agroalimentos al año, algo así como 252 mil millones de devaluados pesillos, por deficiencias en la cosecha, almacenamiento, transporte y comercialización y que, bien aprovechados, aliviarían el hambre que agobia a los compatriotas. ¡Y ustedes despilfarrando el dinero en la playa y con viejas que
 
ni conocen!

Los espero aquí, la próxima semana, para limpiar sus pecados e iluminar su camino. Besad mi mano y seguid vuestro andar…

 

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