sábado, 1 de noviembre de 2014

Mi TIEMPO es oro… ¿Y el tuyo?

Mi TIEMPO es oro… ¿Y el tuyo?
Como han pasado los años, las vueltas que da la vidaaaa… El tiempo… el tiempo es un recurso que no se puede comprar, no podemos ir a un negocio y decir –Le compro un kilo, un litro o deme 2 metros de tiempo-. 
Tampoco lo puedo vender, no lo puedo obtener en mayores o menores cantidades.
 
Todos y cada uno de nosotros tenemos la misma cantidad de tiempo, es decir tenemos 24 horas.
Lo que hace la diferencia es lo que hacemos con él.
Las personas que lo aprovechan al máximo, son aquellas que están conscientes de cómo utilizarlo, tienen una visión muy clara de cómo administrarlo, tienen bien establecidas sus prioridades.
 
Según la Real Academia de la Lengua el tiempo es: “Una magnitud física que permite ordenar la secuencia de los sucesos, estableciendo un pasado, un presente y un futuro.
 
Su unidad en el sistema internacional es el segundo”.
También lo define como: “época durante la cual vive alguien o sucede algo”.
¡Me parece sumamente interesante!
 

Algo con lo que convivimos diariamente, tan sencillo y complicado a la vez.
 
¿Cómo aprovecharlo? Generalmente cuando somos jóvenes, no pensamos en él, pero al llegar a la madurez las cosas cambian.
 
Empezamos a notar que los hijos de algún amigo ya son adultos o nuestros hijos nos dan nietos, ahí es cuando nos cae literalmente el veinte y decimos cooooomo han pasado los años.
 
Existe una diferencia enorme entre aprovechar el tiempo y manejarlo.
 
Aprovechar el tiempo, según Harvard Business, es una estrategia que implica usar el tiempo de manera inteligente para conseguir metas más importantes.
Manejar el tiempo es el proceso diario que usamos para aprovecharlo, es decir, llevar una agenda, hacer listas, en una palabra utilizar aquellas herramientas que nos ayudan a usar el tiempo eficientemente.
 
Lo primero que debemos de hacer es establecer prioridades de acuerdo a las metas trazadas.
 

Implica asegurarse que estás pasando el tiempo correcto en los lugares correctos, haciendo cosas que son importantes.
Es decir se debe de asignar el tiempo necesario, para obtener el retorno más grande posible sobre el tiempo usado.
 

En pocas palabras, si mi prioridad es mi familia, mis hijos, mi casa, voy a hacer una lista de cosas que irán enfocadas a desarrollar actividades alrededor de esa prioridad.
 
No olvidemos que siempre debe de existir un equilibrio entre las 24 horas del día.
 
Por ejemplo: ¡No es posible que una persona pueda vivir, sanamente durmiendo 4 horas diarias! El ser humano está diseñado para dormir, por lo menos 8 horas, aunque a medida que aumenta nuestra edad, dormimos menos, pero bueno eso es otro tema.
 
Por ejemplo, me he topado con personas que dicen que duermen 5 horas, que no hacen ejercicio, que no comen a sus horas, que no descansan, que sus hijos, quién sabe donde estarán, que no tienen vacaciones… ¡Porque no tienen tiempo! Lo que no tienen es una buena administración de sus 24 horas.
No me gusta ser pesimista, pero ya lo dice Juan Gabriel: ¡El tiempo pasa y nunca perdona!
Existe una técnica del time-boxing, que ayuda a darle forma a la agenda para poder lograr las metas y objetivos que deseas.

Por ejemplo:
 
1.- Elabora una lista de cosas por hacer
 

2.- Divide la lista en categorías
 

3.- Registra el tiempo
 

4.- Fortalece tu capacidad para calcular el tiempo
 

5.- Date tiempo para acostúmbrate.
 

6.- (Esto es de mi cosecha) Sé tolerante y disciplinado.

Administrar el tiempo no es cosa fácil, de hecho el 90% de la gente lo desperdicia en cosas sin trascendencia, que no te pase eso…aprovéchalo porque el tiempo es simple y se va volando. ¡Que pasen un excelente domingo! ¡Abrazote de oso!


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