sábado, 1 de noviembre de 2014

¡Vivo una mentira…pero soy feliz!

¡Vivo una mentira…pero soy feliz!
“Mentiras, tú me enamoraste a base de mentiras, tú me alimentaste siempre de mentiras… reza una canción que hiciera famosa Lupita D’Alessio, hace muy poquitos años, apenas en 1983. (Risas).

Las mentiras han sido y serán tema de hermosas melodías como:
 
- Green Day - One of My Lies
- Fleetwood Mac - Little Lies
- Red Hot Chili Peppers - I Could Have Lied
- Black Eyed Pies - Don’t lie
- Queen - Liar
- Tom Waits - Lie To Me
- Shakira - Hips Don’t Lie
- The Smiths - Miserable Lies
- 30 Seconds to Mars - Beautiful Lie
- Eminem and Rihanna - Love the Way You Lie
- The Fratellis - Tell Me a Lie
- The Beautiful South - Liar’s Bar
El caso es que: ¿Por qué mentimos? “Mentir es una actividad que ocurre en forma constante en nuestro contexto social.
La mentira está entre los cánones morales como un acto prohibido que, en algunos casos debe castigarse.
 
Sin embargo la mentira tiene un papel importante como modulador de interacciones sociales en la medida en que forma parte de la cotidianidad de comportarse para establecer y mantener relaciones sociales” (Estrada, 2004; Martínez, 2005). En palabras coloquiales: En algunos casos sí se castiga y en otros no, además todos y cada uno de los que conformamos la llamada “sociedad”, mentimos.
 
Según la Real Academia de la Lengua, mentir es la expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se cree o se piensa.
Sus sinónimos: Engañar, falsificar, fingir, calumniar, inventar, enredar.
 
Según San Agustín, la mentira cuenta con dos elementos esenciales: La intención y la conciencia.
 
Una persona “tiene la intención”, porque busca ciertos resultados y “es consciente”, pues sabe que está realizando cierto acto. Sería la diferencia entre error y mentira.
 

El error NO lleva intención, la mentira SÍ.
 
Se me viene a la mente algo muy común que pasa en nuestra sociedad: La automentira, por ejemplo cuando una mujer es golpeada por su pareja “se miente a sí misma”, creyendo que lo hace porque la quiere y por eso acepta ese trato.
O las parejas que viven juntas “como matrimonio”, porque al divorciarse “no serían aceptados” en su círculo de amigos.
 
(Sin saber que, quizá, el 80% de las parejas con las que conviven se encuentran en la misma situación: Mienten para pertenecer).
 
En ocasiones, la mentira es mejor aceptada que la verdad.
 
Cuando nos dicen la verdad, nos enojamos, no hacemos caso, dejamos de hablarle a la persona, etcétera.
 
Lo típico, cuando candorosamente le dices a alguien: ¡Estás muy gorda! ¡Acabose  total! ¡Te sacará la vuelta la próxima vez que te vea!  Moraleja: Calladito (a) te ves más bonito (a).

¡Vive su propia mentira!
 
Pasan un comercial en televisión, anunciando un producto para adelgazar.

Sale una chica sentada con pancita y dice no estoy gorda, estoy mal sentada… otra que dice –no estoy gorda… estoy  ancha de cadera, etc.

(Risa) ¡Nos engañamos siempre!  Cuidado con las ilusiones, nos harán felices por poco tiempo, pues la verdad tarde o temprano saldrá a flote.

¡Te deseo lo mejor para hoy sábado, abrazote de oso!


No hay comentarios:

Publicar un comentario