¡No hay crisis que aguante 16 horas de trabajo!
Hace unos días le pregunté a un amigo que cómo
estaba, me respondió: “Con muchísima chamba”.
Conociendo su trayectoria, sé que no era una queja, por lo que le contesté: ¡Dichoso tú qué haces lo que te gusta y además te pagan!
Es una bendición y una gran fortuna hacer lo que te gusta en la vida.
¡Imagínate que pasen 5, 10 o 20 años en un lugar que no disfrutas, con personas que no te agradan o que no valoran tu trabajo! ¡Es desgastante, frustrante y caótico!
Claro, que no todo es color de rosa y que por alguna razón, fuera de tu alcance, tienes que realizar alguna tarea que no te gusta.
Pero, esporádicamente… ¡No siempre! Pasar años y años subyugado a una compañía o empresa que no cumple con tus expectativas traerá consecuencias, problemas de salud o como digo yo: Problemas sicosexopasionales… o sea abarca muchas áreas.
Debemos luchar y poner de nuestra parte.
Existe un refrán que dice: ¡Ayúdate que yo te ayudaré! Si quieres una buena oportunidad, estudia, prepárate, busca las condiciones idóneas para mejorar.
¡No se vale esperar a que te caiga del cielo pensando: “Dios tiene un plan para mí”! ¡Eso es cierto y no lo dudo ni tantito! Pero hay que poner manos a la obra y trabajar, sólo así es posible alcanzar las metas trazadas.
Si quieres tener buena salud, haz ejercicio, cambia hábitos, realiza cosas que te harán saludable. ¿Estás en crisis económica? Mi lema es: “No hay crisis que aguante 16 horas de trabajo”.
Si pides fervientemente tener una buena relación con tu pareja, jefe o vecino, empieza a buscar fallas en tu comunicación, pregúntate: ¿En qué estoy fallando y cómo puedo mejorar mis relaciones interpersonales?
Hace tiempo, escuché en un restaurante la plática de los comensales de la mesa contigua: Hablaban de enfermedades, dolores, punzadas, que si la espalda, el brazo, el estómago, uno era tan explícito en su conversación que hasta las ganas de comer se me quitaron. Volteé a verlos… 3 de ellos están muy gorditos, vi el platillo que iban a ingerir y pensé: ¡No, pues sí, creo que faltaron describir más enfermedades!
¿Cuántas personas conoces que se la pasan quejándose y quejándose de todo y de todos? ¿Tú eres de esas personas? ¿O eres de los afortunados que gracias al Ser Supremo tienes un trabajo que te agrada, una pareja que te ama y amas, salud y riqueza abundante?
Tu respuesta te dará la pauta para poner manos a la obra y tomar acción.
Conociendo su trayectoria, sé que no era una queja, por lo que le contesté: ¡Dichoso tú qué haces lo que te gusta y además te pagan!
Es una bendición y una gran fortuna hacer lo que te gusta en la vida.
¡Imagínate que pasen 5, 10 o 20 años en un lugar que no disfrutas, con personas que no te agradan o que no valoran tu trabajo! ¡Es desgastante, frustrante y caótico!
Claro, que no todo es color de rosa y que por alguna razón, fuera de tu alcance, tienes que realizar alguna tarea que no te gusta.
Pero, esporádicamente… ¡No siempre! Pasar años y años subyugado a una compañía o empresa que no cumple con tus expectativas traerá consecuencias, problemas de salud o como digo yo: Problemas sicosexopasionales… o sea abarca muchas áreas.
Debemos luchar y poner de nuestra parte.
Existe un refrán que dice: ¡Ayúdate que yo te ayudaré! Si quieres una buena oportunidad, estudia, prepárate, busca las condiciones idóneas para mejorar.
¡No se vale esperar a que te caiga del cielo pensando: “Dios tiene un plan para mí”! ¡Eso es cierto y no lo dudo ni tantito! Pero hay que poner manos a la obra y trabajar, sólo así es posible alcanzar las metas trazadas.
Si quieres tener buena salud, haz ejercicio, cambia hábitos, realiza cosas que te harán saludable. ¿Estás en crisis económica? Mi lema es: “No hay crisis que aguante 16 horas de trabajo”.
Si pides fervientemente tener una buena relación con tu pareja, jefe o vecino, empieza a buscar fallas en tu comunicación, pregúntate: ¿En qué estoy fallando y cómo puedo mejorar mis relaciones interpersonales?
Hace tiempo, escuché en un restaurante la plática de los comensales de la mesa contigua: Hablaban de enfermedades, dolores, punzadas, que si la espalda, el brazo, el estómago, uno era tan explícito en su conversación que hasta las ganas de comer se me quitaron. Volteé a verlos… 3 de ellos están muy gorditos, vi el platillo que iban a ingerir y pensé: ¡No, pues sí, creo que faltaron describir más enfermedades!
¿Cuántas personas conoces que se la pasan quejándose y quejándose de todo y de todos? ¿Tú eres de esas personas? ¿O eres de los afortunados que gracias al Ser Supremo tienes un trabajo que te agrada, una pareja que te ama y amas, salud y riqueza abundante?
Tu respuesta te dará la pauta para poner manos a la obra y tomar acción.
¡No hay crisis que aguante 16 horas de trabajo!
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