miércoles, 4 de abril de 2012

Ni juanitas, ni chapulines, ni pluris

Cholyn Garza Queriendo o no, se convierte en tema. En las conversaciones entre amigos, entre amigas, en familia, en pláticas de café, el tema sale a relucir. La manifestación de inconformidad está presente en los ciudadanos y no se puede ocultar.

Me refiero a la designación de individuos que se consideran políticos y que más bien, viven de la política, es decir, de nuestros impuestos, para ocupar algún cargo o contender en las próximas elecciones. Algunos de ellos, después de haber saltado cual vil “chapulines” de un cargo de elección popular al que en un momento determinado aspiraron y llegaron, lo dejan para ir tras otro hueso.

Otros más, cómodamente y sin despeinarse ni sudar para ganar el voto ciudadano, encabezan las listas de los diferentes partidos políticos y se preparan para representar ¿a quién?

Y qué podemos decir de las llamadas “juanitas”, las que avergonzaron al género femenino al hacerse a un lado después de haber ganado una posición y renunciado a ella, porque aunque los cargos de elección popular son irrenunciables, los ciudadanos sabemos que con una licencia se arregla todo.

En colaboración anterior, hice mención de la iniciativa de una ciudadana que promovió un amparo en contra de la solicitud de licencia de la alcaldesa del municipio de Guadalupe, en el vecino estado de Nuevo León. Agregaremos una nueva solicitud de amparo, ésta en Coahuila; quiero suponer que las inconformidades están a la orden del día en todas partes y que sí tenemos ciudadanos con iniciativa para irse oponiendo a las aspiraciones –que más que aspiraciones son una verdadera burla hacia el ciudadano- de no pocos individuos por seguir viviendo del presupuesto gubernamental, sin haber hecho algo que realmente valiera la pena a favor del país.

Aferrados los partidos políticos en imponer a ciertos personajes que han dejado mucho que desear como “políticos”, los ciudadanos nos hemos ido decepcionando de actitudes tan deplorables que dañan al país y a su democracia.

“JUANITAS”.- ¡Qué decepción! Después de años de lucha para que la mujer fuera tomada en cuenta en todos los ámbitos; después de propuestas, de iniciativas de grupos femeninos para que la mujer ocupe cargos, para que sea reconocida su capacidad y demuestre que es merecedora de confianza, vienen unas señoras a echar abajo todo lo ganado. Obedeciendo indicaciones precisas de los hombres que dirigen el partido político al que pertenecen, se hacen a un lado para dejar en manos de hombres un espacio que ellos no ganaron.

Aquí queda la pregunta: ¿no se sienten ellas capaces para ocupar el cargo? ¿no les da vergüenza actuar de esa manera y ser señaladas por los ciudadanos y ser exhibidas ante la opinión pública? ¿se debe confiar en esas personas cuando soliciten el voto ciudadano?

CHAPULINES.- ¡Ah! Estos llamados “chapulines” se han ganado muy bien el mote, el cual les queda a la perfección, debido a las actitudes que han asumido. Actitudes por demás vergonzosas.

Y cómo no, si primero aspiran y hasta desplazan a otros aspirantes al cargo de elección popular para ser ellos elegidos; primero por el partido político al que pertenecen y después por los ciudadanos que van a las urnas. Llegan al cargo, están un tiempo y luego, sin tomar en cuenta al electorado, se lanzan de nueva cuenta para contender por otro cargo. Lo peor del caso es que dejan en su lugar a personas por las que nadie votó porque, obviamente, nunca contendió.

Pero eso no es todo, sino que toman decisiones sin pensar en el bienestar colectivo al seguir órdenes “superiores” que en su mayoría ponen en riesgo a una población. Caso concreto, Piedras Negras, donde en lo oscurito –a las cinco de la mañana- se aprobó en sesión de Cabildo, hace muy pocos años, el que se llevara a cabo la excavación de un tajo a cielo abierto, aunque por mucho tiempo los ciudadanos nos opusimos a que se autorizara. Hasta el momento nadie nos ha dado una explicación al respecto, pero quienes participaron en la traición al pueblo continúan gozando de privilegios.

Y qué decir desde el Congreso, donde participaron esos mal llamados representantes de los ciudadanos, la aprobación de la megadeuda e hicieron posible el fraude millonario cometido por individuos que aún se siguen burlando de todos nosotros.

¿Con qué cara alguien que participó en un fraude puede aspirar a otro cargo?; pedirles un poco de ética y respeto sería mucho porque sencillamente no conocen esos valores, por lo tanto no los pueden poner en práctica.

PLURINoMINALES.- Doscientos diputados de representación plurinominal. Es decir, alguien por el que nadie vota, pero llega por la vía rápida. Cuotas de poder que se le otorgan a los partidos políticos dependiendo de los votos que obtengan durante las elecciones. Posiciones de privilegio porque cobran igual, reciben el mismo trato. En un país como el nuestro donde hacen falta empleos, pensiones dignas, justicia social y demás, tenemos un Congreso de la Unión sobrepoblado.

Es verdaderamente indignante ver sesiones suspendidas por falta de quórum; ausentismos de personas irresponsables que cobran como si realmente trabajaran. Individuos que se asignan sueldos, prestaciones y privilegios que resultan indignantes (los 500 legisladores). Porque de una cosa estamos seguros los ciudadanos: Difícilmente logran ponerse de acuerdo para aprobar algo, porque están pensando en su propio beneficio personal o de partido.

Hay algo de lo que coincidimos la gran mayoría de los ciudadanos. No queremos ni “juanitas” ni “chapulines” ni plurinominales. ¿Usted qué opina?

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