martes, 5 de octubre de 2010

Para mí, una chela bien helodia

Ricardo Espinosa.
No creo que sea motivo de vergüenza si declaro abiertamente, que la bebida forma parte esencial en la vida del mexicano. El europeo acostumbra tomar vino para acompañar las comidas, o quizá simplemente para disfrutarlo, pero para nosotros, los mexicanos, “el chupe” es motivo de fiesta, de jolgorio, borlote o guateque que es más o menos lo mismo, o tal vez debo decir que, en México, si no hay algo que “chupar”, una fiesta no funciona.

Además nosotros le ponemos nombre a todo, al hecho de tomar, a la botella, a la cerveza, a todo lo que se relaciona con la bebida alcohólica, y hay que admitir que algunos de esos nombres o apodos son realmente ingeniosos. El chupe que acabo de mencionar pues es la bebida, la beberecua, el teguarniz o ya deformado sería el tanguarniz y el acto de ingerirla es chupar, y el chupar se refiere a chupar vidrio o sea a tomar directamente de la botella.

Algunos le llaman pisto que según el diccionario es una comida o genéricamente es el dinero, pero en ciertos lugares de México el pisto es el chupe, un alipús o sencillamente el trago y el que toma muchos tragos se pone bien “cuete”, porque se pasó todo el día y toda la noche en la cantina y salió en la madrugada del día siguiente e iba “con la cara pa´tras” o en su forma más común, se diría que salió “hasta atrás” que es igual a decir que iba bien p…ersa, o sea bien p… Aquí va el nombre de una exhalación intestinal maloliente que no me atrevo a escribir con todas sus letras, pero que seguramente usted ya se imagina cual es.

El día de raya, que es el día de pago para los obreros, no es raro que se vayan algunos de ellos a la cantina a tomarse unas cheves, que son unas chelas, es decir, unas cervezas las que deben estar bien helodias (bien heladas, es decir, bien frías) y además se acompañan con alguna botanita de taquitos, bocadillos de carne o cacahuates.

En el exterior, a los mexicanos nos identifican con el tequila, pero también hay mezcal que se hace como el tequila con el jugo que se extrae del maguey, hay tepache que puede ser piña o manzana fermentada, hay tejuino, sotol, o genéricamente hay soyate sin faltar el pulque que es un líquido lechoso que “se cura” con guayaba, con melón y con muchas otras frutas para disimular un poco su fuerte sabor y al que en lengua aborigen se le llama neutle o tlapehue.

Los cuadernos son los cuates (los amigos, pues) que se ponen de acuerdo para reunirse a chupar en “Las Glorias de Colón” que es uno de esos nombres folklóricos con los que se identifican las pulquerías.

Allá se va uno con los amigos de la “inflancia” o de la “alcoholescencia”, y si se lo encuentra uno todo golpeado le dirá tal vez que le dio un “infarto bacardíaco” o sencillamente “que se resbaló con una cáscara de tequila”

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