domingo, 19 de mayo de 2013

290 millones de chavos sin chamba

Casi la población de Estados Unidos, 2.5 veces la de México. 290 millones de jóvenes en el mundo enfrentan hoy un negro panorama.

De acuerdo con un artículo reciente de The Economist, casi la cuarta parte de los jóvenes en el mundo se pueden considerar “nininis”.

Ni tienen empleo, ni están estudiando, ni están en algún programa de capacitación.

La Organización Internacional del Trabajo estima que 75 millones de chavos entre los 15 y 24 años no tienen empleo, el 6% del total. Sin embargo, al considerar a los que no estudian y están inactivos, las cosas empeoran.

La OCDE calcula que 26 millones de jóvenes en países desarrollados son “nininis”; datos del Banco Mundial ubican a otros 260 millones en estado similar. The Economist estima que existen 290 millones de chavos sin chamba.

Cien millones en el sureste asiático, 65 millones en Asia del Este y la región Pacífico, 40 millones en África subsahariana, 35 millones en el Oriente Medio y el norte de África, 20 millones en Latinoamérica y unos 15 millones en Europa y Asia central.

“Muchos de los empleos de los jóvenes son intermitentes o están en la economía informal. Casi la mitad de los jóvenes en el mundo están fuera de la economía formal o contribuyen menos de su potencial productivo”, advierte el semanario.

Como ya lo vimos en un artículo anterior (“Europa y las sombras salvadoras”), la situación del empleo en Europa es patética. Apenas la semana antepasada se dieron a conocer las más recientes estadísticas. Son escalofriantes.

La tasa de desempleo entre los menores de 25 años en los países de la zona euro se ubicó en 23.5%. España sigue en picada total, con un 55.9% de desempleo y le siguen Italia y Portugal con tasas poco mayores a 38%.

Europa no está en llamas gracias a las “sombras salvadoras” de la economía informal y al apoyo de los padres.

La situación en México es de claroscuros.

A finales del año pasado, poco más de 900 mil jóvenes menores de 25 años no tenían trabajo, una tasa de desempleo del 8.9%, cifra menor a la de muchos países.

Sin embargo, el nivel de desempleo entre los chavos mexicanos es 80% superior al 4.91% de la población general.

Habría que sumar unos 700 mil jóvenes que están subempleados, una cifra cercana al 7.5% del total.

De esta forma, alrededor de 1.6 millones de jóvenes mexicanos no trabajan o están subempleados, no estudian y no están en capacitación, el 16% del total.

Sin embargo, el estudio “Educación a Empleo” de la consultora McKinsey estima que el porcentaje de jóvenes “nininis” en México en el año 2011 fue del 23%, el penúltimo lugar entre los países de la OCDE.

El que casi la cuarta parte de nuestros jóvenes esté inactiva es algo muy preocupante, porque hay muchas tentaciones para estos chavos de “buscar ocuparse” en actividades criminales.

Uno de los grandes problemas para la generación de empleos para los jóvenes es la inflexibilidad del mercado laboral en muchos países en desarrollo.

Es por esto que la reforma laboral aprobada en México es tan importante. Todo lo que ayude a que las empresas y trabajadores tengan condiciones más flexibles de contratación y terminación ayudará a crear más puestos.

Al hablar de empleo, no puede faltar el tópico de la educación.

“Investigaciones académicas demuestran que las personas que empiezan su edad productiva desempleados tienen mayor probabilidad de tener menores salarios. Puede representar un costo de 20% en veinte años”, señala The Economist.

Lo peor de todo es que es más probable que los descendientes de estos jóvenes desempleados tengan el mismo destino. Desempleo heredado, por decirlo de algún modo.

Otro aspecto importante es que exista un “match” entre lo que se enseña y lo que requieren los generadores de empleo.

El estudio de McKinsey encuestó a jóvenes con educación universitaria y a empresas para ver qué tan bien preparados estaban para enfrentar los requerimientos de los puestos disponibles.

Mientras que el 77% de los jóvenes creían estar bien preparados, los empleadores tenían una perspectiva distinta: apenas el 40% tenían la preparación adecuada.

Los países con tasas de desempleo más bajo entre jóvenes tienen relaciones cercanas entre el sistema educativo y los generadores de empleo. Alemania, por ejemplo, tiene programas de “aprendizaje” y educación vocacional encabezados por empresas.

En México hay algunos esfuerzos en este sentido, pero necesitan mejorar mucho este tipo de iniciativas.

Si la juventud es nuestro futuro, más vale que nuestros chavos enfrenten un panorama de brillantes colores y no uno negro como el carbón.

En pocas palabras...

“Si la juventud supiera, si la edad pudiera”. Sigmund Freud.

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