domingo, 5 de septiembre de 2010

México, ¿independiente y revolucionario?

A días de conmemorar el bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución, se percibe en el ambiente de la sociedad mexicana un aroma de incertidumbre, inseguridad y miedo.

El pueblo mexicano se debate en el acontecer de cada día y como si se viviera en un escenario de guerra, los hombres y mujeres del país tienen que planear su estrategia de sobrevivencia, ante los ataques continuos de una economía endeble, el peligro constante de toparse con una bala no siempre perdida, la desigualdad insultante y muchos otros aconteceres que ponen en entredicho el futuro de la sociedad mexicana.

A raíz de lo anterior surgen las preguntas: ¿Qué tan independiente es México? Y ¿se vive verdaderamente en un país que enarbola los principios de la lucha revolucionaria de 1910?

¿Qué tan independiente puede ser un país que destina el 85% de sus exportaciones hacia una sola nación? Este es el caso de México. $85 de cada $100 que ingresan al país por concepto de exportaciones provienen de los Estados Unidos de Norteamérica.

La importancia de lo anterior se denota fehacientemente por la crisis económica del 2009. Mientras economías como la brasileña, chilena y peruana han sabido diversificar el rumbo de sus exportaciones, lo que les permitió absorber confortablemente la crisis, la economía mexicana fue la segunda economía, a nivel mundial, que mayores repercusiones tuvo. Como bien lo dice el dicho popular “cuando a Estados Unidos le da gripa a México le da pulmonía”.

106 mil millones de dólares en reservas. Dato vanagloriado por el Gobierno federal y muestra de una supuesta solidez económica de país. Este número deja mucho que desear cuanto se verifica que las reservas internacionales alcanzan para hacer frente sólo al 41% de la deuda neta del país. Es destacar, que del año 2000 al 2010 la deuda se ha incrementado un 125 por ciento.

Entre lo económico y lo social. Del 2000 al 2010 hay 2 millones 981 mil 117 nuevos desempleados, pasando la tasa de desempleo de 2.85 a 5.34%.

Seis millones de personas se encuentran en el país buscando empleo y sustento para su familia, necesitados de recursos económicos para brindar los requerimientos mínimos a los suyos. Seis millones de personas que no están buscando escoger un trabajo si no que se los den, de lo que sea, sin importar tabús o legalidades.

Pobreza. Conocida enfermedad que lacera el imaginario cotidiano de quien la vive. En México existen más de 47 millones de personas que no cuentan con los satisfactores mínimos de alimentación, salud, vivienda, vestido y educación.

Todavía más preocupante, son los 18 millones de habitantes que viven en el país sin acceso a los alimentos mínimos.

Por otra parte, México es catalogado como uno de los 10 países más desiguales que existen en el mundo, incongruencia total al ser considerada la onceava economía más importante del planeta. Lo anterior se debe a la incapacidad gubernamental para generar una relación causa efecto entre políticas que incentiven el crecimiento económico del país y a la vez se traduzcan en mejores niveles de vida para la ciudadanía.

El círculo vicioso de la pobreza y desigualdad mantiene un diámetro de grandes dimensiones. La pobreza afecta los indicadores, de salud, educación, bienestar y de moda hoy en día, de seguridad.

Los ideales independistas han quedado en el olvido, la realidad es que la voluntad del Gobierno y por ende el pueblo mexicano está sumisa a los deseos y mandatos de gobiernos extranjeros. Podremos ser independientes porque así ls marcan las fronteras y libres porque así se celebra cada mes de septiembre, pero la verdad es que el Gobierno mexicano no puede generar políticas económicas o sociales radicales, sin el visto bueno de los Estados Unidos y gran variedad de organismos internacionales.

¿Qué clase de independencia es la que se vive en México? ¿Somos independientes de quién?

A 100 años de la revolución ¿se han logrado los ideales revolucionarios? ¿Qué opinarían Zapata, Villa, Madero y Venustiano Carranza de le realidad que nos acoge hoy en día?

El presente mexicano exhibe todos los sustentos necesarios para un nuevo movimiento revolucionario, pero a diferencia de 1910 las armas deben ser cambiadas por los diálogos, la propuesta y el convencimiento.

Es necesario rescatar los movimientos ciudadanos y recordar, que como cuando los mexicanos lo quisieron lo lograron.

Poco por qué celebrar y mucho por qué trabajar.

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