miércoles, 15 de septiembre de 2010

México y Estados Unidos en la lucha por el petróleo 4

mientras que por la parte mexicana estaban Ramón Ross, viejo amigo del presidente Obregón, y Fernando González Roa, quien estaba familiarizado con la situación del petróleo gracias a los impor tantes puestos que había ocupado en el gabinete del gobierno mexicano y a que era abogado de la Pierce Oil Company.

La víspera de estas negociaciones Pani envió una serie de memoranda a los comisionados mexicanos.12 Estos memoranda son un importante registro de las perspectivas mexicanas de los asuntos políticos y económicos existentes entre los dos países en ese momento. Los temas más importantes entre los gobiernos cuando los dos presidentes llegaron a sus respectivos cargos eran: cómo se aplicaría el artículo 27 de la Constitución mexicana, las denuncias estadounidenses por daños ocasionados por la violencia de la revolución mexicana, y el pago de la deuda externa.

En el momento de las conversaciones de Bucareli sólo el artículo 27 seguía siendo un tema de importancia que afectaba a la reforma agraria y al estatus de las propiedades petroleras estadounidenses en México.

Los documentos empezaban con una larga discusión y revisión de las negociaciones entre los gobiernos a partir del acceso al poder del presidente Obregón en diciembre de 1920 y de Harding en marzo de 1921. Lo más importante es que destacaban que la actitud hacia México de la administración de Wilson había cambiado significativamente y que el reconocimiento no sería inmediato. La política de Harding se enfatizaba en letras mayúsculas:

ABSTENERSE DE RECONOCER AL ACTUAL
GOBIERNO MEXICANO Y DE REANUDAR
CON ÉL SUS RELACIONES DIPLOMÁTICAS
REGULARES, MIENTRAS NO CUENTE CON
LAS GARANTÍAS QUE, EN SU CONCEPTO,
SON NECESARIAS PARA LA SEGURIDAD DE
LOS DERECHOS ADQUIRIDOS LEGALMENTE
POR LOS CIUDADANOS AMERICANOS EN
MÉXICO, ANTES DE LA VIGENCIA DE LA
CONSTITUCIÓN DE 1917.

Esta confirmación tendría que venir, de acuerdo con los estadounidenses, en un tratado de amistad y comercio. Tal reconocimiento condicional resultó totalmente inaceptable para Obregón y sus secretarios; pensaban que implicaba la aceptación de un estatus de protectorado no oficial similar al impuesto a Cuba después de la guerra hispano-americana-cubana. Resultaba revelador el título del documento: "Controversia sostenida entre los gobiernos de México y Estados Unidos, con motivo de la reanudación de las relaciones diplomáticas".

En cuatro anexos se incluían las propuestas específicas que habían intercambiado los gobiernos en 1921. A los mexicanos les parecía que ahora, en 1923, la postura de Estados Unidos se empezaba a suavizar; quizá finalmente se superaría la insistencia en un tratado previo.

Para fines del presente texto, los documentos más importantes eran los 12 memoranda adjuntos, enfocados principalmente en las posturas adoptadas por los negociadores y los puntos a discusión que tendrían que plantear. Estos puntos no concordaban necesariamente entre sí, pero queda claro que se adaptarían a las actitudes y posturas negociadoras de los representantes estadounidenses.

En contraposición a la cuidadosa y muy formal discusión y copias de los borradores de los documentos, estos memoranda parecen haber sido preparados con prisa, tienen errores tipográficos y el lenguaje empleado es mucho menos formal que el del resto del documento. Fueron escritos en por lo menos dos máquinas de escribir y, a mi juicio, reflejan tres estilos de redacción diferentes.

Pienso que es probable que los más importantes hayan sido preparados por Pani previa consulta con el presidente mexicano, quien había tenido bastante experiencia en el trato con los negociadores estadounidenses respecto a la Expedición Punitiva de Pershing a México en 1916. Otros son muy breves y probablemente hayan sido escritos por un tercero para que Pani y Obregón los autorizaran.

Seis de ellos abordan actitudes y procedimientos políticos, otros cinco se enfocan en problemas económicos, y uno, relativamente breve, en la cuestión religiosa. Sin embargo los puntos políticos y de negociación están mezclados en los 12, y algunas cuestiones aparecen repetidamente. Hay varios asuntos principales. En términos políticos, el respeto de la soberanía mexicana (en especial el respeto de la dignidad de la administración de Obregón) es el valor fundamental enfatizado continuamente.

Los asuntos económicos son los dos relacionados directamente con el artículo 27: la cuestión agraria y los derechos del subsuelo. Para el gobierno mexicano la reforma agraria es prioritaria y los derechos del subsuelo son secundarios. Me queda claro, con base en estos documentos, que el interés principal del gobierno respecto a los acuerdos sobre el subsuelo era mantener los campos petroleros funcionando y produciendo ingresos, y los funcionarios mexicanos estaban conscientes de que pisaban sobre terreno sumamente delicado.

Los ingresos por concepto de petróleo los ayudarían a llevar a cabo sus diversos programas, entre ellos la tan importante reforma agraria, el principal beneficio que el gobierno tenía que distribuir para mantener una base popular que conservara su poder. La soberanía, los derechos del subsuelo y la reforma agraria eran los temas recurrentes en estos documentos.

Los documentos políticos y de procedimientos (numerados en el orden en el que aparecen en el archivo) son:

1. "Relativo al reconocimiento bajo condición de un tratado"; 2. "La política Americana sobre protección de los extranjeros"; 5. "El cambio de actitud de los Estados Unidos"; 11. "El Bolchevismo en México"; y 12. "La política de los Estados Unidos en material de arbitraje". El primero de ellos, referente a la petición que había hecho anteriormente el gobierno de Estados Unidos de un tratado de condiciones precedentes al reconocimiento, exigía a los negociadores "señalarse fuertes objeciones a este procedimiento", y enseguida se indicaban tales objeciones. Éstas incluían la insistencia en que el reconocimiento fuera "simplemente la aceptación de un hecho que ya existe", y las razones que seguramente argüían no eran suficientes para convencer a los estadounidenses.

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